Los exjugadores del Athlétic de Bilbao y Mallorca, Rafael Alcorta y Leo Franco, posan con la Copa del Rey este jueves en Sevilla. / EFE

En tiempos de máxima ensoñación elitista con la jaleada Superliga, la final de Copa de este sábado ligará al fútbol con su esencia, la diversidad y la meritocracia. Por el postizo estadio de La Cartuja no desfilarán Real Madrid y Barça, lanzaderas de esa exclusiva competición a la carta que pretenden engendrar. No lo harán porque no se lo han ganado y en la Copa, como en la Liga o la Champions, no cabe un formato clasista. Cada cual que se apañe en el campo, sin depender del reparto a dedo del encopetado de turno.