Carlos Herrera dispuso de un estudio en su casa, en el barrio de Santa Cruz de Sevilla, para que su característico primer saludo a los oyentes de su programa, Herrera en Cope, lo pudiera hacer todavía en zapatillas.
Luego, en uno de los primeros tramos del programa en la que entrarían el resto del nutrido equipo de colaboradores que ha llevado consigo en cada una de sus etapas en las ondas, camina hasta la céntrica calle Rioja, donde está la sede de COPE Sevilla, para continuar con el resto de un programa que, en el último estudio de audiencia, alcanza ya las 2.832.000 personas diarias.
Desde ese estudio ve cómo se despierta y vibra una ciudad ligada profundamente a su vida personal y trayectoria profesional que ahora escribe un capítulo más con la confirmación oficial de que se presenta como candidato a presidir la Real Federación Española de Fútbol, marcada de lleno por la polémica gestión de la etapa Rubiales.
¿Se ha cansado Carlos Herrera de madrugar?
Con 66 años, y más de 40 ligado a la información diaria, el madrugón diario debe costar lo suyo. ¿Se ha cansado Carlos Herrera de madrugar? “Está cansado y está aburrido, pero le sigue gustando el mambo”, explica a este medio un periodista, de larga trayectoria, profundo conocedor de las dinámicas que operan en una personalidad arrolladora como la de un periodista que “siempre ha sido mucho más que un periodista”.
“A su grupo de colaboradores, le dijo que se iría después del 23J y ahora con este anuncio, lo confirma”, explica esta misma fuente. De momento, es su hijo Alberto Herrera el directo heredero del puesto del padre, ya, de hecho, se encarga de parte del programa. Aunque será la cúpula de la Conferencia Episcopal, dueña de la cadena COPE, la que decida quién, a partir de la salida de Herrera de la radio, despierte por las mañana a sus oyentes.
Amigo del rey emérito
Carlos Herrera es más que un periodista: más allá de ser un líder mediático, es el amigo que habla de tú a tú con el rey emérito en su autoexilio en Abu Dabi, y, por tanto, el interlocutor de sus demandas y pesares; también es el empresario de éxito en numerosos ámbitos como el inmobiliario o la hostelería; y el perfecto anfitrión de las clasiquísimas fiestas que organiza en su casa en La Jara en Sanlúcar de Barrameda en lo que es ya un clásico del verano gaditano, como lo es la fiesta de la Guayabera en Cádiz.
Y es también el periodista que, hace años, quiso ser candidato por el Partido Popular a la alcaldía de Sevilla y consultó encuestas durante meses que le acercaban al sueño de regir los designios de la ciudad que lo adoptó desde siempre como un sevillano más. Finalmente, aquella vez fue Juan Ignacio Zoido el candidato, y luego, alcalde durante tan sólo un mandato.
Éste es el momento, finalmente, para estar vinculado al fútbol de una forma más activa. Como accionista del Betis, su nombre también sonó para dar el salto a la presidencia del equipo verdiblanco en una de las recientes épocas de zozobra que ha sufrido el club
¿Qué mueve a Carlos Herrera a dar este salto?
Sin necesidad económica alguna, lo suyo, dice, es la voluntad de “limpiar” y «regenerar» la entidad. A comienzos del pasado febrero, Carlos Herrera, en una entrevista a Roberto Gómez de Marca en la casa del protagonista, el periodista confirmaba que quería ser presidente de la Federación Española de Fútbol. El periodista deportivo es uno de los enlaces clave en su acceso al máximo organismo del fútbol español.
Herrera, ante la incredulidad que suscitó su candidatura, reflexionó sobre lo siguiente: «¿Un periodista en la Federación de Fútbol? También ha habido un médico o abogados. La condición esencial es amar el fútbol español, querer mejorar el futbol español y dedicarle los mayores esfuerzos de tu tiempo».
Otro de los puntos fuertes que tocó el periodista fue la visión que tenía sobre la RFEF, organismo al que veía como «un gigante adormilado, si no dormido, adormilado, y que precisa de una regeneración, de una refundación». Todo ello, en palabras del candidato «de forma sencilla, honesta y sin aspavientos, algo que no necesita la Federación ahora. Trabajo sencillo y regenerativo», concluía.
