Y el nombre de Mónica Oltra volvió a sonar en una negociación política. El archivo de la causa en la que la exvicepresidenta de la Generalitat de la Comunidad Valenciana estaba investigada ha supuesto un torbellino de ilusión en la izquierda. Tras meses con cierto desánimo por la derrota del 28M y en medio de un debate enquistado sobre su futuro, Compromís ha vivido la resolución judicial de la que fuera su gran referente como una inyección de esperanza. Cargos y militantes de la coalición no pueden ocultar (cosas de los músculos faciales) su alegría mientras el runrún que se genera al mencionar a Oltra enfila hacia la misma pregunta: «¿Volverá?». Y en el horizonte, como primera parada, las elecciones europeas del próximo 9 de junio.
El cóctel de emociones, comentarios, cálculos electorales y especulaciones que es la política mira hacia un posible regreso de Oltra en los comicios al Parlamento europeo. Es más un deseo o una cábala de una parte de la izquierda, incluidos varios representantes de Compromís que no dudan en explicar los beneficios de la acción, que una realidad. Porque la respuesta de si Oltra volverá depende exclusivamente de la voluntad de Oltra tras vivir un tiempo convulso en lo personal, pero la negociación para la lista con Sumar tampoco manda señales de que este regreso a la primera línea vaya a ser inmediato en la papeleta de las europeas.
Compromís y Sumar cerraron este miércoles una jornada de negociación que terminó sin acuerdo y con la sensación de que las posiciones están bastante alejadas, según admitieron fuentes conocedoras del encuentro. La intención de ir juntos es compartida, pero no a cualquier precio. En este sentido, la petición desde el primer momento de Compromís es tener un puesto de salida, un lugar en la lista que asegure que un representante de los valencianistas vuelva a tener un escaño en Bruselas como en 2014.
Los dos números clave son el tres y el cuatro. Son los dos que Compromís considera que tienen capacidad segura para salir. Sin embargo, Sumar no llega a tal ofrecimiento ya que esos puestos serían para los representantes que están formando el núcleo duro de la estructura del partido todavía en construcción. Izquierda Unida, els comuns, Más Madrid o Verdes Equo son algunos de los partidos que están en el proceso de andamiaje interno de Sumar a lo que se añaden nombres propios que pertenecen a la cuota del partido de Yolanda Díaz, como el propuesto para liderar la lista, la responsable de la ONG CEAR, Estrella Galán.
Puesto «independiente»
Las negociaciones continuarán este jueves, pero las posiciones mostradas este miércoles no auguran un acuerdo sencillo. Tampoco para una posible participación de Oltra en la lista en la que sería su regreso a la política institucional. Tal y como se ha evidenciado en las últimas horas desde que se conoció el archivo de su causa, Oltra mantiene un gran tirón entre la militancia progresista, no solo en Compromís, y más tras el caso de lawfare por lo que su incorporación a una candidatura como las europeas no sería para estar discutiendo un tercer o cuarto puesto en la lista, sino que por lo que representa y su nivel de reconocimiento sería una opción para encabezar la candidatura.
Lo que sí que confirman fuentes presentes en la reunión es que su nombre ha salido en las conversaciones de este miércoles, pero no como una opción seria para formar parte de la papeleta. Eso es una decisión que depende de Oltra, trasladan fuentes de Compromís, que no quieren añadir más presión a la exvicepresidenta para que dé unos pasos que no son los que ella quiera dar o cuando no los quiera dar solo para solucionar una situación electoral puntual como la del próximo 9 de junio. «Será lo que quiera ser», es la frase repetida por los cargos valencianistas respecto al futuro de la exdirigente.
Siguen las negociaciones
Pero las negociaciones entre Sumar y Compromís seguirán hoy al margen del nombre de Oltra. De hecho, los valencianistas insisten en que el puesto que han de ocupar en la lista ha de ser «independientemente» del candidato que elija la coalición para ir a Bruselas, algo que, por otra parte, deberá salir de unas primarias internas de las que también se está hablando en la coalición. La sensación es que difícilmente Sumar mejore la oferta y Compromís tendrá que debatir si arriesgarse a acudir en la lista de Yolanda Díaz en un puesto sufridor o jugársela a armar una candidatura similar a la de 2019 que no logró representación. Lo que sí que se evidencia es que, más allá de una confluencia electoral, las relaciones con Sumar no pasan por su mejor momento.