En otro momento quizá habría sonado estridente la frase clave del mensaje que el Estado Mayor de la Defensa (EMAD) dejó en redes sociales a primera hora de la mañana del pasado 11 de marzo: «Si queremos estar preparados para combatir en Europa del Este…». Pero en este inicio de año de creciente tensión en Europa la frase encaja. Es una constatación de hacia dónde miran las Fuerzas Armadas, al tiempo que España lidera un battlegroup (brigada) de la OTAN en Eslovaquia y toma parte en unas gigantescas maniobras de la Alianza Atlántica en un hipotético frente de Europa Oriental.
Cerca de 15.000 militares españoles están este año implicados en labores de adiestramiento, preparación o seguimiento que de una forma u otra tienen que ver con un conflicto en un frente europeo del Este, calcula –sin recuento oficial– un alto cargo uniformado de Defensa. Si bien la orientación no es nueva, pues ya se han cumplido dos años de invasión en Ucrania y de renovada amenaza rusa, sí que es, considera esta fuente, «la mayor concentración de energías» españolas hacia el «flanco Este» desde las guerras de los Balcanes en los 90.
El EMAD lanzó el mensaje en cuestión al comentar unas fotos de soldados españoles cruzando en pequeñas embarcaciones un caño del río Vístula. «El Grupo Táctico Acorazado Málaga lleva a cabo una boga sobre curso de agua en Bernowo Piskie Training Area Polonia apoyados por zapadores de Reino Unido junto a integrantes del Batallón de Zapadores X. Si queremos estar preparados para combatir en Europa del Este es fundamental la instrucción y adiestramiento en paso de cursos de agua», decía el tuit.
Esta forma directa de hablar forma parte del nuevo relato sin ambages del ambiente que reina en Europa, la alerta que, de otra manera, difunden políticos como Emmanuel Macron, Josep Borrell, Donald Tusk o Ursula von der Leyen.
Sobre qué hacen militares españoles pisando ese escenario polaco tampoco hay demasiadas sorpresas: el año 2023 ya estuvo marcado por despliegues de carros Leopard en Estonia, cazas en el Báltico, radares y aviones en la costa del mar Negro y unidades navales en el Mediterráneo Oriental entre otras misiones europeas y OTAN de disuasión, y 2024 no viene siendo menos.
Mayor despliegue
Al día siguiente de emitir el EMAD el tuit en el que tan claramente habla de entrenar para luchar en el Este, salía en avión la tercera rotación del contingente español desplegado en Eslovaquia, formada por el batallón Zamora I/29 de la Brigada Ligera Aerotransportada y por personal del Cuartel General Terrestre de Alta disponibilidad.
Son parte de la Fuerza de Respuesta Rápida de la OTAN, sobre cuyo refuerzo se habló en junio de 2022 en la cumbre que la Alianza celebró en Madrid. Y es la plasmación operativa del liderazgo español, adelantado en su día por este diario, de un battlegroup OTAN en Eslovaquia, parte de la nueva disuasión incrementada ante Rusia.
Y, al tiempo, disparaban con fuego real los soldados del Grupo Táctico Acorazado Málaga en otro ejercicio en Polonia, la Operación Cohesión. Simultáneamente, artillería autopropulsada española disparaba también sus proyectiles en un campo de entrenamiento de Letonia, integrados en el battlegroup que la Alianza Atlántica tiene desplegado en ese país.
Ha habido muchísima actividad en marzo. El mismo día 12, el jefe del Estado Mayor eslovaco, general Daniel Zmeko, se reunía en Madrid con su homólogo español, el almirante Teodoro Esteban López-Calderón, para hablar del despliegue español en el país centroeuropeo, que tiene frontera con Ucrania.
Teniendo en cuenta que la Armada prepara el envío de una brigada de Infantería de Marina en Rumanía para contribuir al aseguramiento del país ante Rusia, y que esta Semana Santa también ha despegado una nueva rotación de 150 miembros de las Fuerzas Aéreas para tomar parte en el Destacamento Aéreo Táctico Vilkas, de patrulla aérea sobre Lituania, el despliegue de militares españoles en suelo europeo no tiene precedentes en seis lustros.
Grandes maniobras
Entre otras razones porque suma en este despliegue la participación española en las mayores maniobras militares terrestres de la OTAN en suelo europeo desde 1988, cuando aún existía la URSS. En las Steadfast Defender 24 participan 32 países y 90.000 soldados aliados. El juego de guerra traza un frente imaginario, una línea oblicua desde el Ártico hasta el estuario polaco de Szczecin, y de ahí hasta Turquía, ante Bielorrusia, Ucrania y el mar Negro.
«Tras la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia en 2022, los aliados han fortalecido aún más la disuasión y la defensa de la OTAN, creando los planes de defensa más completos desde el final de la Guerra Fría –explica la Alianza en un comunicado–. Steadfast Defender 24 es el primer ejercicio a gran escala de la OTAN que pone en práctica estos nuevos planes de defensa».
La entente del Tratado del Atlántico Norte trata de probar su capacidad para desplegar tropas rápidamente ante Rusia. Del 3 al 14 de marzo probaron el llamado «refuerzo transatlántico» con bajísimas temperaturas en el ejercicio Nordic Response: mover marines norteamericanos y soldados de otros 12 países –también España– en desembarcos en el océano Ártico, con las fuerzas noruegas, más acostumbradas al hielo, haciendo de cicerone.
Antes, en febrero, la Armada participó en Livex, dispositivo de aseguramiento de las rutas marítimas entre la costa cantábrica española y la danesa, bajo liderazgo de la fragata Juan de Borbón.
Da idea de la dimensión del ejercicio ártico, concluido el pasado día 14, el acompañamiento: en el agua, 50 submarinos, fragatas, corbetas, portaaviones y buques anfibios; en el aire, 100 cazas y aviones de transporte.
En la segunda parte de Steadfast Defender, que también acabó el día 14, se ha probado el movimiento de tropas desde el «alto Norte» hasta Europa Central y del Este. Parte de la prueba ha sido el ejercicio Dragón 24 en Polonia, ese en el que soldados españoles cruzaban un río a remo.
El Ejército ha entrenado capacidades logísticas: ser capaz, junto a fuerzas británicas, de mover y nutrir muy lejos de España a un grupo acorazado, carros Leopard y otros blindados. La OTAN quiere basar en la logística una de sus superioridades sobre Rusia, que en la guerra de Ucrania ha demostrado problemas en ese aspecto.
Compromiso
Hace dos semanas volvieron las unidades enviadas por España a Dragón 24. Steadfast Defender, que se compone de un mosaico de ejercicios más pequeños, continúa desde este lunes, 8 de abril, con otros simulacros, y de nuevo sobre suelo europeo.
Hasta junio se sucederán en Europa más maniobras. Está prevista la participación de España en la Respuesta Inmediata, en Suecia, entre el 21 de abril y el 31 de mayo, y Respuesta Rápida, en Estonia, Lituania, Polonia y Georgia entre el 12 de mayo y el 12 de junio.
Le resta relieve a tanta preparación otro cargo de Defensa consultado, del arma de Infantería, para quien la orientación española al este es una evidencia pero ninguna novedad: «Si un país tiene compromisos de defensa conjunta con otros países, ¿no es lógico que la preparación de sus Fuerzas Armadas se adapte a ese escenario?». El alto oficial admite: «Sin la invasión a gran escala de Ucrania no se habría dado todo este movimiento, al menos con estas dimensiones».
Tras una era de misiones internacionales con el uniforme «árido», el del desierto de Irak, Oriente Próximo y el Sahel, España vuelve a colocar numerosos soldados en Europa. Toca volver a vestir el «verde boscoso», como en las guerras de la antigua Yugoslavia, con las diferencias de que esta vez no es misión de cascos azules y de que es Rusia, y no sus ‘proxies’ nacionalistas balcánicos, el adversario a disuadir.
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