La asistencia a Raphinha para derrotar a la Unión Deportiva Las Palmas define el estilo de fútbol y, casi, la carrera deportiva de Joao Félix. Recogió el balón sin gran intensidad, como el que no quiere la cosa, lo condujo con suficiencia ante un rival cansado y, de repente, elevó el balón por encima de la defensa rival para ponerla justo donde quería y parecía imposible: en la cabeza de su compañero. Pocos futbolistas pueden tocar el balón con esa sutileza, belleza y efectividad. Joao, lo ha vuelto a demostrar, tiene un talento privilegiado, un don especial, una técnica superior a la del resto. Esa es su gran fortaleza. Su sello. La gran debilidad, la apariencia de jugador indolente que tanto le penaliza. También, y está relacionado con lo anterior, que es algo perezoso a la hora de defender. Quizá sea esa la razón por la que Xavi le ha puesto la cruz, aunque siempre que le hace jugar funciona y rinde a un buen nivel, como el pasado sábado o en el Metropolitano hace un par de semanas. Es curioso que el entrenador del Barça, defensor del estilo alegre, del talento, de la creatividad, pueda ser un impedimento para la continuidad del portugués la próxima temporada, también como cedido. Más que nada porque Xavi podría seguir. Ha pasado del “imposible” cuando le preguntan por su continuidad a una sonrisa de me encantaría dar marcha atrás en mi decisión. En todo caso, pronto sabremos si los destinos de Xavi y Joao están unidos.
¿Demasiado tarde?
Es curioso, el futbolista portugués gustaba mucho a Gil Marín y poco o nada a Simeone y mucho a Laporta y poco, parece, a Xavi. Será que los presidentes disfrutan desde el palco lo que los entrenadores padecen desde el banquillo. Aunque es más común de lo que parece. Al final, muchos priorizan el rendimiento constante, aunque sea de menor nivel, a la genialidad esporádica, por muy espectacular que sea. Es el sino de algunos futbolistas talentosos. Acaban perdidos entre la bruma del fútbol, diluidos en el banquillo, en la grada o en un equipo menor. Sin el peso en la historia que su calidad parecía indicar como destino en el inicio de su carrera deportiva. Por si fuera poco, la aparición de los jóvenes ha ensombrecido el papel de Joao en el Barça. Lamine Yamal y Cubarsí copan las portadas. Son los chavales quienes ilusionan de verdad porque la cantera siempre ha sido muy valorada por los culés. A falta de fichajes deslumbrantes, gente de la casa. Joao Félix podría ser, por calidad, el complemento perfecto para un equipo joven y muy competitivo. Pero la ausencia de confianza ciega del entrenador, una vez más, le está apartando de su objetivo. En este caso, hacer carrera en el Barça. La pregunta que se hacen muchos aficionados es si su destino en el club ya está escrito. Por si acaso, viva el talento.