Llega la Super Bowl. El evento deportivo más importante del año enfrentará este domingo al Kansas City Chiefs y al San Francisco 49ers por el codiciado Vince Lombardi del campeonato de liga. Pero más allá del encuentro, y del show del medio tiempo, el partido también es visto como un indicador que puede predecir la dirección futura de la renta variable estadounidense. ¿Qué hay de verdad en esto?

Planteado por primera vez por el periodista deportivo Leonard Koppett en 1978, la hipótesis recoge que la victoria en la Super Bowl de un equipo de la Conferencia Americana (AFC) predice un mercado bajista para el año siguiente. Por el contrario, el triunfo de un equipo de la Conferencia Nacional (NFC) está relacionado con un mercado alcista.

Así pues, si los Chiefs salen vencedores (que buscan su segundo campeonato consecutivo) podría, en teoría, indicar una caída de la bolsa. Mientras que un resultado favorable a los 49ers (que participan por octava vez en la Super Bowl) supondría felicidad para los inversores.

Llegados a este punto, desde Federated Hermes se preguntan cómo de preciso ha sido históricamente este indicador.

«Por desgracia para los aficionados al fútbol americano de todo el mundo, la respuesta es que no demasiado. Aunque el indicador nunca se había equivocado en el momento de la tesis original de Koppett y durante sus primeros años, solo ha ‘acertado’ seis veces en las últimas 20 Super Bowls (desde 2004 hasta 2023)», indica Mark Sherlock, responsable de renta variable estadounidense de la gestora.

Con todo, desde la firma remarcan que 2024 ha comenzado con ecos de 2020, ya que los mismos equipos que compitieron por la 54ª Super Bowl, los Kansas City Chiefs y los San Francisco 49ers, vuelven a verse las caras el domingo.

Además, parece más que probable que los candidatos presidenciales de entonces, Joe Biden y Donald Trump, se disputen de nuevo la Casa Blanca.

«Si bien algunos pueden fijarse en el indicador de la Super Bowl para predecir los futuros rendimientos del S&P 500, cabe señalar que en todos los años electorales desde la creación del índice Russell 2500 (empresas estadounidenses de pequeña y mediana capitalización), éste ha superado al S&P 500. Sin duda, se trata de una tendencia que esperamos que se mantenga y que se repita en 2024«, comenta Sherlock.

OPTIMISTAS CON LA BOLSA ESTADOUNIDENSE

Dejando a un lado las especulaciones deportivas, desde Federated Hermes siguen siendo optimistas respecto a los mercados de renta variable estadounidenses y, en particular, con las perspectivas de las empresas de pequeña y mediana capitalización.

«La economía estadounidense, y sobre todo el consumidor estadounidense, sigue gozando de buena salud, y la lucha de la Reserva Federal contra la inflación parece bien encauzada. Las estimaciones de beneficios para el S&P 500 en 2024 son de dos dígitos bajos, y superiores para las SMID estadounidenses”, subrayan en la gestora.

Los SMID estadounidenses también parecen atractivos desde el punto de vista de las valoraciones, y la clase de activos sigue cotizando con un descuento históricamente grande frente a los valores de gran capitalización estadounidenses.

«Si 2023 estuvo dominado por los ‘Siete Magníficos’, creemos que 2024 podría ser testigo de una mayor ampliación en beneficio de una cesta más amplia de valores. No obstante, sigue existiendo cierto potencial de volatilidad, por lo que sigue siendo importante tener un sesgo hacia la calidad para mitigar los resultados inesperados», concluye Sherlock.