Cuando uno está enfadado no suele ser la mejor idea hablar. La lección la deben estar recordando ahora los asesores del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que este jueves quiso dar personalmente respuesta al informe del fiscal especial que ha decidido no presentar cargos en su contra por el caso de los documentos clasificados pero ha hecho también un retrato demoledor del estado mental del mandatario de 81 años.