Cuando uno está enfadado no suele ser la mejor idea hablar. La lección la deben estar recordando ahora los asesores del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que este jueves quiso dar personalmente respuesta al informe del fiscal especial que ha decidido no presentar cargos en su contra por el caso de los documentos clasificados pero ha hecho también un retrato demoledor del estado mental del mandatario de 81 años.
Esa respuesta de Biden fue por momentos emocional y también contundente, pero devino en un choque irritado y agresivo con los periodistas. Y fue un pobre ejercicio de imagen para el presidente que empeoró cuando, después de denunciar por primera vez como “excesiva” la respuesta militar de Israel en Gaza tras los ataques de Hamás del 7 de octubre, metió la pata al llamar a Abdelfatá Al Sisi “presidente de México” en lugar de Egipto.
Biden añadió a su agenda por sorpresa y aceleradamente la comparecencia ante los periodistas en la Casa Blanca. Tenía claras ganas de subrayar la exoneración y remarcar, como también ha hecho el fiscal especial, las diferencias de su caso con el que ha llevado a Donald Trump a una de sus cuatro imputaciones penales. Pero estaba también rabioso por contestar al retrato sobre sus capacidades mentales que había hecho el fiscal Robert Hur, que ha llegado a escribir en el informe que Biden “no recordaba cuándo había muerto su hijo Beau”.
“¿Cómo diantres se atreve a hablar de eso?”, planteó un Biden tan emocionado como airado, que mostró el rosario que lleva en la muñeca desde que su hijo falleció por un cáncer. “No necesito que nadie me recuerde cuándo murió”, ha dicho dos veces indignado, antes de señalar que “los comentarios no pertinentes no tienen cabida en el informe” y resaltar que sus autores “no saben de lo que están hablando”.
«Sé lo qué demonios estoy haciendo»
A continuación ha abierto el turno de preguntas y la primera le ha recordado que uno de los factores por los que se ha decidido no presentar cargos en su contra es porque el equipo del fiscal pensó que en un potencial juicio no sería condenado por un jurado porque le verían como “un anciano simpático y bienintencionado con mala memoria”.
“Soy bienintencionado, soy un hombre mayor y sé lo qué demonios estoy haciendo”, ha defendido Biden. “Soy presidente y he puesto este país de nuevo en pie, no necesito sus recomendaciones”.
Después le han preguntado si su memoria ha empeorado y ha replicado: “Mi memoria está bien. Mirad lo que he hecho desde que soy presidente. Ninguno creíais que lograría aprobar las cosas que he conseguido”.
Otras dos preguntas le han trasladado las preocupaciones que algunos votantes han mostrado sobre su edad y ahí Biden ha empezado a mostrarse agresivo, negando que esas preocupaciones existan y asegurando que son solo “opiniones” de la prensa, algo que choca con lo que muestran las encuestas y las conversaciones con votantes.
“Soy la persona más cualificada en este país para ser presidente de EEUU y acabar el trabajo que he empezado”, ha dicho también para defender no haber dejado paso a un candidato demócrata más joven que hubiera podido medirse a Donald Trump.
Crítica a Israel opacada
Biden ha puesto repetidamente la responsabilidad del manejo de los documentos clasificados en su personal y cuando ya se marchaba de la sala le han hecho una pregunta sobre las negociaciones en marcha sobre los rehenes que mantiene Hamás y el presidente ha vuelto al micrófono. Entonces es cuando ha hecho las declaraciones en las que ha llamado a Al Sisi “presidente de México”.
El desliz no podía ser más inapropiado en una jornada como la de este jueves y llega después de otros recientes, incluyendo dos el miércoles en los que en distintos actos de recaudación de fondos rememoró una conversación en 2021 con Helmut Kohl, que murió en 2017, y uno el domingo en un mitin en el que recordó una conversación en 2021 con Emmanuel Macron, pero en su lugar dijo que la tuvo con François Mitterrand (que falleció en 1996). Biden, además, ha vuelto a rechazar por segundo año consecutivo la entrevista que tradicionalmente se hacía a los presidentes durante la Super Bowl, uno de los fenómenos televisivos con más audiencia del año.
La confusión de Egipto y México en una comparecencia planteada para defender su buen estado, además, ha opacado su mensaje de denuncia de la respuesta de Israel a los ataques de Hamás y la situación humanitaria en Gaza. “Cómo se ha conducido la respuesta en la franja de Gaza ha sido excesivo”, ha dicho Biden, que ha asegurado que está “presionando realmente mucho para introducir ayuda humanitaria en Gaza. Hay mucha gente inocente que está muriendo de hambre. Hay mucha gente inocente que está en problemas y muriendo. Tiene que parar”, ha declarado.