Con el día gris de ayer que no invitaba a ir a la playa, con conatos de lluvia, y la coincidencia de dos cruceros en el puerto, el centro de Palma se colapsó este lunes de turistas en una de esas jornadas conocidas como ‘Operación Nube’.
Además de las avalanchas de coches que pugnaban por encontrara aparcamiento en los parkings cercanos al casco histórico, era llamativa la larga cola, al mediodía, para acceder a la tienda de lujo de Louis Vuitton. Los potenciales compradores guardaban su turno pacientemente ocupando toda la acera exterior del comercio.
Ante el éxito de público, la tienda se quedó con el local que ocupaba Uterqüe, en el antiguo palacio de Can Alomar, tras la decisión de Inditex de cerrar todos los establecimientos de esta marca en España para integrar sus prendas y complementos en los establecimientos físicos y online de Massimo Dutti.
