Fantástica victoria del Barça en Champions. En un campo difícil y ante el rival más temible del grupo, el triunfo sabe a gloria. Y, más aún, con un árbitro como Anthony Taylor con el que los azulgrana nunca habían ganado lejos del Camp Nou. Anoche, el inglés mostró 8 tarjetas amarillas y una roja al Barça, cuando en 100 minutos tan solo señaló 5 faltas contra el conjunto portugués. Es más, de no ser por el VAR, Taylor había señalado penalti contra el Barça cuando las manos de Eustáquio fueron previas al brazo de Cancelo. En fin… Por fin un triunfo vital en Europa para cerrar debates, para enterrar fantasmas y para dejar el Barça a dos victorias de asegurarse la clasificación. 

Anoche, Ter Stegen apenas tuvo que hacer dos paradas de mérito, Koundé salvó una de muy clara en el segundo tiempo cuando había regalado dos en el primero, pero el más fallón del encuentro fue Romario, el defensa local que permitió el gol del Barça. Robo y asistencia de Gündogan y buen gol de Ferran Torres. De nuevo, fue llegar y besar el santo. Tres de sus cuatro goles de la temporada los ha logrado entrando desde el banquillo. El pase a Lamine Yamal, que terminó en el gol ante el Sevilla, también fue del revulsivo Ferran. Anoche, en territorio de dragones, el ‘tiburón’ volvió a ser decisivo. 

La ‘nueva era’ tiene también a ver con él. En cambio, en la serie de cuatro capítulos que resume la temporada pasada, en ningún momento se muestra el gol de Ferran al Atlético, el día de Sant Jordi, que sentenció la Liga. Incomprensible. Es un jugador sin marketing que, por suerte para el Barça, ha decido tener confianza en sí mismo.

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