Pedro Sánchez necesitará algo más que buenas palabras y decretos económicos para convencer a Junts para que vuelva a formar parte del catálogo de aliados en el Congreso. Las filas posconvergentes firmaron el divorcio con el PSOE de forma unilateral, y aunque Sánchez ha tardado más de un mes en asumir públicamente que lo que provocó la ruptura fueron sus incumplimientos, el ‘mea culpa’ que entonó el martes no es suficiente para que el partido de Carles Puigdemont regrese ya a la mesa de negociación.
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