Una juez italiana ha dado la razón a una madre que exigía a sus hijos abandonar la casa paterna y las prebendas que conlleva la situación de acogimiento familiar, incluidos servicios de comida, lavado y planchado de ropa a cuenta de los progenitores. Finalmente los chicholinos, de 41 y 42 años respectivamente, tendrán que coger sus bártulos y a sí mismos para encontrar otros benefactores tan considerados como sus padres o, sorpresa, valerse por sí mismos, dado que ambos trabajan y ganan su sueldo, Eso ha sucedido en Italia, pero podría haber sucedido en España perfectamente, o en cualquier país latino que se precie. Y es que la herencia de los romanos y sus fuertes vínculos familiares se hacen notar en las provincias de su antiguo imperio.

Ese empotramiento familiar, en su mayoría de los que aquí llamamos ninis, que no encuentran ni a tiros una ocupación ‘de lo suyo’, se explica en gran parte por el ahorro de costes que resulta de la vida en común, propiciado por el abaratamiento de contenidos de ocio por Internet. Aún me resuena en el oído la voz de mi madre recordando que el teléfono era muy caro. Eso ya pasó a la historia con las tarifas planas que cualquier empresa de telefonía incluye con el contrato básico. Igual sucede con el móvil, curioso instrumento que sirve, incluso, para hablar por teléfono, entre una multitud de aplicaciones variadas de entretenimiento, información y la posibilidad de estar permanentemente en contacto con multitud de amigos

Ya no se lleva ir al cine, porque una sola entrada y sus correspondientes palomitas, cubren el presupuesto de todo un mes de cuota cara del Netflix. Y por si el streaming y el móvil no fueran suficientes para cubrir el amplio período para el ocio del que dispone un nini empotrado en el reducto familiar, siempre queda el consuelo de la consola que le regalaron los yayos por su cumpleaños. ¿Y qué madre con algo de corazón le va a negar a su hijo dependiente unos pocos euros para que alterne con sus amigos en el botellón semanal? Total, no se despegan ni con agua caliente.