Experto en gestión inmobiliaria, conocedor de la necesidad de recien llegadoso ganas de aprovechar una ganga en el mercado del futuro comprador o inquilino, un hombre de 42 años ideo una estafa, que le ha permitido obtener más de 200.000 euros, según la policía, y ser detenido tras 20 denuncias por sus prácticas delictivas.
La semana pasada, los Mossos entraron a su domicilio, culminando una investigación iniciada por los agentes tras las denuncias de los estafados, que se quedaron sin el dinero de los contratos de las arras ni el piso prometido y firmado.
El sistema era muy fácil, el estafador operaba aprovechaba su experiencia en el sector inmobiliario –dado que había sido gestor de la propiedad y vendedor de pisos–, y ofrecía pisos en régimen de alquiler o venta en un portal inmobiliario a un precio por debajo del mercado actual.
Una vez que el estafador hacía una primera elección inicial, principalmente seleccionando a víctimas recién llegadas, informaba a los compradores que había muchos interesados en la compra de la vivienda y que el primero que formalizara el pago del contrato de arras o de alquiler, se lo quedaba.
El detenido ofrecía inmuebles que se encontraban ocupados ilegalmente y engañaba a los potenciales compradores sobre los ocupantes, diciéndoles que eran inquilinos legales, que finalizaban contrato y que se marchaban pronto.
Además, para poder simular la venta de la vivienda, el estafador presentaba documentación falsa que acreditaba su supuesta propiedad del piso o la persona designada formalmente para la venta y formalizaba contratos de arras con víctimas que, en muchos casos, adelantaban cantidades importantes de dinero.
Una vez firmado el contrato, en un despacho que tenía alquilado a tal efecto, desaparecía sin dejar rastro, dejando a las víctimas sin piso y sin dinero, cuyas estafas, una veintena entre finales de 2024 y 2025, sumaban más de 200.000 euros.