El agente de la Policía Local de Palma que en junio de 2022 mató a un peatón e hirió a otros dos al atropellarlos con un coche patrulla alega que «el vehículo policial estaba en situación de emergencia». Según sostiene en su escrito de defensa, no cometió delito alguno y reclama su absolución, frente a las acusaciones de la Fiscalía y la acusación particular, que le acusan de homicidio imprudente y reclaman una multa y cuatro años de prisión respectivamente. La vista previa del juicio celebrada hoy en la Audiencia Provincial ha terminado sin acuerdo y la vista oral se celebrará previsiblemente en 2029, aunque el tribunal de la sección segunda, que sufre un importante colapso, no ha podido concretar la fecha todavía.
Las partes mantienen posturas muy alejadas. El acusado argumenta que cuando arrolló a las víctimas en el Passeig Sagrera se dirigía a un servicio urgente por un posible episodio de violencia machista, tras recibir el aviso de que una mujer acababa de ser arrojada a la calzada desde un coche en la zona de la plaza de la Reina. Niega haber cometido imprudencia alguna durante la conducción y atribuye el fatal desenlace a un accidente fortuito.
Velocidad excesiva
La Fiscalía, por su parte, argumenta que circulaba con falta de atención y a una velocidad excesiva cuando iba tras el coche en cuestión. De ahí que no se apercibiera del final de la vía en la intersección de la calle Consolat, por lo que impactó contra el bordillo e invadió la zona peatonal, donde atropelló a los tres peatones. Pero considera que se trató de una imprudencia menos grave y reclama una multa de 6.480 euros.
La familia del fallecido, Mario Decandia, un italino de 36 años que trabajaba en un restaurante cercano, le imputa en cambio un delito de homicidio por imprudencia grave. Argumenta que el agente, de 47 años, conducía con «temeridad manifiesta» a una velocidad de entre 76 y 87 kilómetros por hora en una zona limitada a 20. Reclama una condena de cuatro años de prisión.
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