El entrenador del Girona, Míchel Sánchez, reivindicó tras el empate de este vienes contra el Espanyol (0-0), el segundo consecutivo, que es «un paso adelante» y que vio «brotes verdes porque venimos de una situación muy difícil y el equipo ha competido muy bien», según introdujo.
El técnico se mostró orgulloso por la dificultad de la situación. «Ahora mismo todos pensamos en una victoria que tiene que llegar pronto, pero tenemos que ir paso a paso», añadió tras un partido «igualado» y «para estar orgullosos».
Reconoció que al equipo le faltan «muchas cosas», pero se mostró convencido de que su equipo «irá a más» porque continúa creciendo y ha pedido «tiempo» al club. También aprovechó para reivindicar que el Girona, con apenas tres puntos de 21 posibles, está «en una situación un poco crítica», pero que seguirán remando para salir de ahí cuanto antes.
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Además, destacó el partido de Paulo Gazzaniga, clave con dos paradas salvadoras, y reiteró que Azzedine Ounahi es un jugador muy diferencial con la pelota, aunque también destacó el papel de Francés y, en conjunto, el de todo el equipo.
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