Las grandes empresas eléctricas creen que Competencia les ofrecerá más dinero por sus redes después del nuevo plan del Gobierno sobre redes eléctricas anunciado el viernes pasado por la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen.
La vicepresidenta avanzó entonces que el Gobierno elevaría en un 62% el límite de inversión a las redes eléctricas hasta 2030, tanto en el caso de las redes de baja tensión (distribución) como de alta tensión (transporte). Y lo hizo rodeada por la plana mayor de las principales interesadas, las grandes eléctricas.
En el salón de actos del Ministerio de Economía, donde se realizó el anuncio, estaban el consejero delegado de Endesa, José Bogas, y su homólogo en Iberdrola España, Mario Ruiz-Tagle, entre otros. Al terminar el acto, los implicados rezumaban optimismo, a la espera de conocer la letra pequeña que se publicaría horas después.
Pues bien, este lunes, la directora de regulación de Aelèc, la patronal de estas empresas, Marta Castro, ha calificado de «positivo» el anuncio del Gobierno, que supone apoyar la «electrificación de la demanda» y cuya principal medida fue elevar el límite a la inversión en redes en un 62%, según ha afirmado en declaraciones a los medios de comunicación durante la presentación de un informe de Deloitte.
Esta alza se traduce en un gasto tope que irá de los 1.800 millones actuales (0,13% del PIB) hasta los 3.400 millones en los próximos cinco años para las compañías distribuidoras, lo que llevaría las inversiones totales en el periodo hasta los 17.000 euros. Pero, Castro destaca especialmente el «tratamiento igualitario» dado por el Gobierno a la red de transporte y distribución, al aumentar sendos límites en la misma proporción (62%).
En el caso de la red de transporte (alta tensión), aumentar un 62% el límite a la inversión implica elevar el potencial gasto de Red Eléctrica a más de 13.000 millones de euros en los próximos cinco años.
La directora de regulación de Aelèc subraya, sobre todo, la inclusión del término ‘inversiones anticipatorias’, que permitirán a las eléctricas realizar la infraestructura cuando una demanda quiera conectarse a la red y, aunque no haya sitio en la red de distribución, haya un refuerzo en la red de alta tensión. Y que se reconozcan inversiones que atiendan a criterios de avifaunia y digitalización, que hasta ahora no se habían detallado.
Todo ello, afirma, tendrá como consecuencia que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) tendrá que mejorar el modelo retributivo planteado a principios de verano para estas infraestructuras. La CNMC es la encargada de fijar la retribución financiera que recibirán las empresas por las inversiones realizadas durante cada periodo regulatorio. Actualmente, esta tasa es del 5,58%, pero el regulador ha anunciado un incremento (hasta el 6,5%) para el nuevo periodo regulatorio (2026-2030).
El alza no convence a las compañías, que recuerdan que en otros países la tasa retributiva a las redes se sitúa entre el 7% y el 9% (en Reino Unido es del 7,5%, en Alemania del 7,4% y en Italia del 8,7%, según se recoge en un informe de Deloitte), pero confían en que mejore en los próximos días. «El Gobierno ha establecido la necesidad de invertir en más tecnologías que el modelo retributivo no había considerado y aunque el modelo retributivo no cambie de parámetros sí debe acogerse a estas inversiones», ha explicado Castro.