Ficha del festejo
Ganado: se lidiaron cinco toros de Puerto de San Lorenzo (1º sobrero) y uno de la Ventana del Puerto. Alejandro Talavante: pinchazo y estocada (silencio); pinchazo y media estocada (palmas tras aviso).
Daniel Luque: estocada (oreja tras aviso); estocada (dos orejas tras aviso).
Juan Ortega: estocada (oreja tras aviso); tres pinchazos y estocada (silencio).
La Malagueta: registró lleno de «No hay billetes» en tarde ventosa y con calor.
El diestro sevillano Daniel Luque, que sustituía al lesionado Morante de la Puebla, abrió la puerta grande de La Malagueta después de cortar un total de tres orejas a base de tesón y poder en dos faenas muy distintas con un desigual lote del Puerto de San Lorenzo. Una oreja cortó Juan Ortega al tercer toro de la tarde tras una faena de una belleza sublime mientras que Alejandro Talavante se fue de vacío tras no tener su mejor tarde.
Daniel Luque lidió al viento y al toro, no fue una papeleta fácil. El del Puerto no tenía una embestida clara, igual te daba uno bueno que en el siguiente te soltaba la cara. Era un animal para apostar y así lo hizo Luque pero había otro factor, el viento racheado. El sevillano quería torearlo por el izquierdo y la muleta era una bandera, pero Daniel también se impuso al viento y consiguió arrancarle naturales de mucha profundidad.
La faena al quinto se basó en el derroche de valor, la entrega, el tesón y el querer. Al principio le consintió al noble pero soso toro para luego alcanzar la mayor intensidad del trasteo a base de una excelente colocación y ligazón con la muleta. Se metió entre los pitones y encadenó unos pases por alto, con circulares que terminó por levantar al público de sus asientos. Una buena estocada hizo que el enloquecido público le pidiera las dos orejas y el presidente las concediera.
El viento nos privó de poder paladear el capote de Juan Ortega al que solo pudimos verle un par de verónicas muy templadas. Con la muleta fue una faena a base de tesón y de querer, no era fácil, el viento seguía condicionando y el toro tampoco quería. Con mucha tranquilidad el sevillano se puso y fue convenciendo al astado hasta que llegaron tres tandas con la mano derecha llenas de temple, torería y gusto que hicieron rugir al público.
Nos quedamos con las ganas de poder disfrutar del toreo de Juan Ortega en el sexto que se vio condicionado por la evidente falta de fuerzas del animal que fue muy protestado pero que el presidente no vino a bien devolverlo. Quiso intentarlo sobre ambos pitones y hacerlo bonito pero el público le pedía que por favor no insistiera y lo dejase, mientras una gran parte abandonaba la plaza.
Alejandro Talavante no estuvo muy afortunado en su comparecencia en La Malagueta. Su primer toro recibió hasta tres fuertes puyazos y luego lo acusó en la muleta queriéndose rajar y no acudir al cite del extremeño. Se le vio algo desconfiado y condicionado por el viento y la media embestida que daba el del Puerto. No tuvo mayor relevancia su trasteo.
La condición del cuarto toro de la tarde le permitió mayor lucimiento con la muleta en una faena que brindó al público. Se puso por ambos pitones y consiguió tandas de muletazos que calaron en el público pero a la que les faltó algo de ajuste. Nos acordamos de tantas tardes en la que el diestro extremeño nos deleitaba con esa mano izquierda que tanto poder y temple tenía.