Ricardo Vázquez Freire, actual párroco de San Fructuoso y San Miguel de Agros, en Santiago, pasará a ser el nuevo sacerdote de dos de las iglesias más destacadas de A Coruña, las de Santa María, la Colegiata, y de Santiago. El 4 de julio se dictaron los nuevos nombramientos en la Diócesis de Santiago de Compostela, entre los que se incluye que Ricardo Vázquez cambiará de parroquia y ciudad en septiembre, en una nueva etapa de su carrera eclesiástica.
El párroco formaba parte de una familia creyente, en la que le inculcaron los valores cristianos desde pequeño. «Mi familia decidió bautizarme, pero luego yo fui asumiendo de manera consciente y personal mi pertenencia y compromiso con la Iglesia», explica. Una llamada de Dios fue lo que le llevó a decidir ser cura: «Percibí una inquietud interior, en el cual descubría que Dios me pedía esta entrega, la vocación sacerdotal».
El párroco lleva nueve años y medio siendo el cura de San Fructuoso, y a su vez cuatro años y medio al frente de la parroquia de San Miguel de Agros, ambas en Compostela. «A Coruña es una ciudad bastante desconocida, pero voy con mucha ilusión», afirma. «Santa María y Santiago cuentan mucha historia, se encuentran en el centro histórico. Además, mi padre dice que mucha gente se casa en estas iglesias, y eso es bueno», dice el clérigo. «Es una parroquia importante e intentaré servirla con todas mis fuerzas y asumir una herencia. Comprometerme ahí con todas mis fuerzas para que vaya todo bien», explica.
En esta nueva etapa de su carrera espera poder seguir ayudando a quien lo necesite. «Espero seguir creciendo en mi vocación sacerdotal y espero poder volcar en la parroquia la experiencia que he ido ganando todos estos años de labor en todas estas parroquias», explica. «Para mí, es muy importante el tema de la experiencia pastoral, todo esa experiencia espero poder ofrecerla en A Coruña y fructificar ahí en esta nueva parroquia», dice el sacerdote.
El párroco asegura que está al servicio de la diócesis, y que irá a donde lo necesiten. Cada vez hay menos jóvenes que se decidan dedicar su vida a la Iglesia y eso se nota a la hora de repartir a los sacerdotes en las distintas parroquias. «Ahora hay un momento de crisis de fe en la sociedad. Ojo, veo más esa crisis de fe aquí en el norte de España que en el centro-sur», dice el cura. «Galicia siempre fue zona de una sonda de raíces cristianas. Entonces, hay que intentar reavivar esas raíces y revitalizar esos valores cristianos», explica. «Ahora mismo tenemos pocas vocaciones, no es suficiente el número de presbíteros que se ordenan, este domingo se ordenan dos nuevos sacerdotes, se ordena un diácono, es poco para las necesidades que hay», dice Ricardo Vázquez sobre el relevo generacional de la profesión.
«En las parroquias donde estoy yo, trabajamos con Cáritas, una ONG católica que forma parte de la Iglesia, que tiene autonomía propia», dice el cura. «También trabajamos con Manos Unidas, para ayudar al desarrollo en los países más necesitados», explica. También forma parte de la Delegación Episcopal de Peregrinaciones, que trabaja con proyectos del Camino de Santiago.