A las siete de la tarde, en el barrio de Santa Catalina, donde se ubica el Palacio de las Dueñas, los numerosos cuerpos policiales que vigilaban las calles, las furgonetas negras que patrullaban la zona y las ambulancias eran un presagio de que algo iba a suceder en las próximas horas. El motivo era la cena a modo cóctel que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, organizaba en la casa palacio del duque de Alba con multitud de líderes internacionales que están en Sevilla por la cumbre de la ONU.
Así, el presidente del Gobierno escogía uno de los enclaves más visitados del centro de la capital andaluza y la misma casa que vio nacer y crecer al poeta Antonio Machado para hacer de anfitrión ante jefes de Estado y de Gobierno de otros países, así como altos representantes de organizaciones internacionales y reconocidos empresarios de proyección global.
Las primeras personalidades en llegar en cruzar los patios con limoneros fueron representantes de países como Egipto, Uruguay y Emiratos Árabes además de la propia cartera de ministros de Sánchez. En el interior del palacio se dejaban ver políticas como María Jesús Montero, Yolanda Díaz, Sara Aagesen, Nadia Calviño, Diana Morant y Ana Redondo, que charlaban con líderes internacionales invitados al evento.
Quienes no han aparecido en la cena de Sánchez han sido el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, que han mostrado su malestar debido a que, según su relato, fueron invitados al acto en primera instancia pero cuando fueron a confirmar se les trasladó que no figuraban entre las autoridades invitadas. Desde Moncloa han subrayado que «se trata de un evento de alcance internacional».
Calles vacías y un calor abrasador
Minutos previos a la llegada de los invitados a Dueñas, las calles colindantes estaban prácticamente vacías. Los 40 grados que marcaba el termómetro no permitía abrir las persianas de los hogares, todas bajadas, y solo por momentos, algún vecino aparecía con una bolsa de la compra. Sin duda, los alrededores estaban más transitados por policías que por residentes o turistas.
Los negocios habían cerrado dos horas antes de lo habitual, a petición de la policía e incluso un par de señores que viven en la calle fueron invitados a marcharse de la Plaza de San Juan de la Palma, que recibieron la ayuda de los servicios de Emergencias 112.
A las siete y media, la Policía Nacional cerró la entrada a la calle Dueñas, que lleva desde abril está cortada por obras, aunque para este acto, tal como confirmaron desde el propio palacio a este periódico, se paralizaron las obras y se «reconstruyó la calle» especialmente para llevar a cabo esta cena.
También se cortó la calle Doña María Coronel y los malentendidos entre vecinos y policías comenzaron a tener lugar. Una de las afectadas por la cita internacional fue Marta, una joven que llegaba del gimnasio a su casa pero no pude acceder durante media hora porque la Nacional no se lo permitía. «En mi DNI está la dirección de la casa de mis padres y claro, no tengo una documentación aquí que demuestre que vivo en mi piso… No sé qué puedo hacer», lamenta desde la calle, sofocada por el calor y sin dejar de hacer llamadas a sus familiares.
Como ella, decenas de vecinos han sido interceptados a pocos metros de su casa para enseñar la documentación que demostrara que allí se encontraba su vivienda. «No te digo el coñazo que no están dando», suspiraba una mujer que debía esperar a entrar en su piso.
El ruido del helicóptero que vigilaba estas calles desde las alturas se hacía oír a medida que multitud de coches negros, todos ellos escoltados por la Nacional, llegaban para dejar en su destino a los invitados de Sánchez, que los esperaba, en la entrada del palacio.
«No quiero foto de familia, ni nada»
Esta velada coincide con uno de los días más críticos para el Partido Socialista con la entrada en prisión preventiva de Santos Cerdán por su presunta implicación en el Caso Koldo, el que hasta hace apenas 20 días era el secretario de la Organización del PSOE desde 2021.
Hace apenas siete meses, el presidente del Gobierno volvía a depositar su confianza en Santos Cerdán como el máximo responsable de su partido político en el escenario de Fibes. Precisamente en este lugar, el presidente del Gobierno ha recibido la noticia de que el que ha sido su mano derecha durante cuatro años entraba en prisión por orden del Tribunal Supremo.
Este podría haber sido uno de los motivos por los que a la llegada del presidente del Gobierno y su mujer, Begoña Gómez, a Dueñas, le ha comunicado a la encargada del protocolo su deseo de no hacerse una fotografía de familia. «No quiero foto de familia, ni nada», le decía a la profesional, de acuerdo con un fragmento de la velada emitido en La Sexta. La responsable del protocolo le respondía asegurando que iban a quitar el montaje llevado a cabo para la fotografía.
Ana Morales, Juanlu Fernández y música histórica
A la llegada de los participantes de la Cumbre, se han reunido en uno de los patios interiores del palacio. Allí ha tenido lugar la actuación de la Accademia del Piacere, galardonada con el Premio GEMA al Mejor Grupo Renacentista, que ha interpretado un repertorio de música histórica. A su compás ha actuado la bailaora contemporánea Ana Morales, Premio Lorca, Premio Nacional de Danza de Baile Flamenco y galardonada con el premio Giraldillo al Baile de la Bienal de Flamenco de Sevilla. Con un calor asfixiante, la bailaora ha deleitado al público con un ejercicio cargado de fuerza que ha puesto en pie al propio presidente.
El cierre de la velada ha sido a cargo de Quiteria Muñoz, la soprano y directora coral ganadora del Concurso Mirna Lacambra. La cena, que está teniendo lugar en estos momentos, ha sido elaborada por el chef jerezano Juanlu Fernández, reconocido con 2 Estrellas Michelín y 2 Soles Repsol, uno de los referentes de la alta cocina española actual.