La alcaldía de Budapest ha desafiado este sábado a la prohibición de la marcha del Orgullo LGTBI+ por parte del primer ministro de Hungría, el ultranacionalista Víktor Orbán, con una concentración alternativa respaldada presencialmente por el centroizquierda europeo. Desde la Comisión Europea (CE) se había apremiado al Gobierno de Hungría a permitir que el Pride discurriera sin incidentes y recordado el precepto de la libertad de manifestación y contra la discriminación. La convocatoria de marchas ultraderechistas en paralelo hacía temer una escalada o ataques de los radicales contra el Pride de Budapest, que lleva tres décadas celebrándose.
El veto de Orban a la marcha en este año, junto a los síntomas de un agrietamiento de su poder, han dado dimensiones internacionales a esta cita, organizada a modo de alternativa como evento ‘municipal’ para sortear su prohibición.
Orbán, líder del ultranacionalista partido FIDESZ y en el poder desde hace 14 años, ha incluido la represión a los colectivos LGTBI en la agenda de su gobierno. Entre marzo y abril impulsó un paquete de reformas legales y constitucionales para impedir la celebración de la 30 edición de la Marcha del Orgullo, que considera atentatoria contra un “desarrollo adecuado” de los menores.
Unos 70 euroditados y otros cargos públicos, como el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, representantes de espectro político europeo que va del centrismo a la izquierda, los verdes o los liberales, se han trasladado a la capital húngara para secundar la marcha. Orbán es el impulsor del eurogrupo de los llamados Patriotas por Europa, del que forman parte la francesa Marine Le Pen y el español Santiago Abascal.
La asistencia de la líder de los socialdemócratas en la Eurocámara, Iratxe García, y representantes de otros países europeos, como Italia, Alemania o Países Bajos, estuvo precedida por un mensaje de apoyo difundido tres días antes en redes sociales de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, miembro de la conservadora Unión Cristianodemócrata (CDU), el partido del canciller alemán, Friedrich Merz.
“Quiero expresar mi total apoyo y solidaridad con el Orgullo de Budapest y con la comunidad LGBTIQ+”, aseguró Von der Leyen, para recordar a continuación que manifestarse por derechos es una libertad fundamental y que la UE se basa en la igualdad y la no discriminación.
La jefa del Ejecutivo comunitario, quien reiteradamente se ha posicionado en favor de estos colectivos frente a los intentos de silenciarlos de Hungría o de otros países dominados por la ultraderecha, llamó asimismo a las autoridades húngaras a permitir que discurriera la marcha sin incidentes.
Contra la deriva homófoba del Gobierno húngaro
Orbán, por su parte, aclaró ya la víspera que no haría uso de la fuerza policial contra la marcha, aunque mantuvo su amenaza de sanciones contra sus organizadores, autoridades que la respaldan o incluso asistentes.
Por parte de España, se habían desplazado a Budapest la vicepresidenta segunda del Gobierno de España, Yolanda Díaz, y el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, además de Collboni y García, así como la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Por parte de los Verdes europeos acudieron la co-presidenta de los ecologistas en la Eurocámara, Terry Reintke, la líder de la Izquierda, Manon Aubry, y la liberal Valéria Hayer. Para los representantes del izquierdismo europeo, von der Leyen debería actuar con más contundencia y activar el artículo 7 del Tratado de la UE, que implica restringir el derecho de voto de Hungría en el Consejo.
A escala húngara, la marcha es un desafío al poder de Orbán. Su máximo estandarte es el alcalde de Budapest, el ecologista Gergely Karácsony, quien ha mantenido la marcha pese a las amenazas del primer ministro húngaro.
La prohibición de Orbán se fundamenta en la interpretación de su gobierno de que se expone a los menores a un presunto proselitismo por parte de colectivos no heterosexuales. Contempla unas multas que de hasta 200.000 forintos (unos 500 euros).
El respaldo y la contramanifestación ultra
Al clamor del conjunto del europeísmo en apoyo por los colectivos LGTBI+ se oponen las llamadas de diversas familias ultraderechistas en apoyo de Orbán. Alternativa para Alemania (AfD), la segunda fuerza a escala nacional en ese país y partido que representa a la derecha más radicalizada del bloque comunitario, considera que las autoridades europeas no deben inmiscuirse en competencias nacionales.
Por parte húngara, se habían convocado marchas paralelas de protesta contra el ‘Pride‘, en en este caso sí contaban con autorización policial. La principal de ellas fue convocada por el partido ‘Mi Hazánk’. El alcalde capitalino había instado a las fuerzas policiales a garantizar la debida protección para evitar que coincidiera con la del Orgullo e impedir enfrentamientos.
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