¿Cómo está después de conocer la noticia de su ascenso?
Es un sueño cumplido, pero hay que tener los pies en el suelo. Al final, en el mundo del fútbol todo puede cambiar en un momento y esto puede ser pan para hoy y hambre para mañana. La verdad es que estoy súper emocionado y aún sigo todavía en esa nube de no asimilarlo todo. Sí que creo que deportivamente he hecho una gran temporada y después de varios años muy cerca del objetivo, con lo que ese fracaso conlleva porque la verdad es que tocas fondo cuando no lo consigues, y creo que he aprovechado el momento para conseguirlo. Agradezco mucho a mi familia, a mi pareja y a toda la gente que está a mi lado porque sin ellos dudo bastante que hubiese llegado hasta aquí.
¿Se esperaba llegar a este nivel cuando empezó?
Yo hasta los 23 años jugué al fútbol en Tercera División y lo compatibilicé con el arbitraje, hasta que ya me di cuenta de que como futbolista no iba a llegar a mucho, y me centré puramente en mi faceta como árbitro. Mi sueño era llegar a Tercera porque era una división que ya me parecía que tenía un nivel espectacular, pero pensé que quizá era posible seguir escalando un poquito más. A Segunda B llego bastante rápido y me seleccionan dos campañas seguidas para la promoción de ascenso y me veo muy cerca de llegar a Segunda, pero es verdad que me faltaba ese punto de madurez y considero que no estaba preparado para llegar al fútbol profesional. Ese último playoff no sale muy bien y al año siguiente me quedo fuera. Eso fue un golpe de realidad muy fuerte y te das cuenta de que o mejoras en muchos aspectos o no vas a llegar.
¿En qué momento decide comenzar su carrera como árbitro?
La realidad es que para mí era una afición arbitrar y es bastante curioso cómo llegó porque fue gracias a mi madre. Ella es americana y no tiene mucha idea de fútbol, entonces vio un anuncio en el periódico y me dijo que era un trabajo que me permitiría compaginarlo con el fútbol. Yo en ese momento pensé que era una locura meterme por todo el ambiente que rodea a los árbitros en los campos, pero el primer día que empiezo me doy cuenta de que se me da bastante bien y que me gustaba ser árbitro.
¿Se considera preparado para la Segunda División?
He pasado por todas las categorías del fútbol como árbitro, no me he saltado ninguna, y en Segunda B y la actual Primera RFEF es donde más tiempo he estado (7 temporadas). Creo que, aunque egoístamente me hubiera gustado ascender antes, no me ha sobrado ninguna temporada para alcanzar esa madurez necesaria para poder asumir este reto con la máxima confianza posible y quiero trabajar mucho para ir acorde al gran nivel que hay en el fútbol español. Pienso que mi mayor virtud es la resiliencia e intento ser humilde para no parar de trabajar hasta alcanzar mi sueño.
Usted tiene 32 años, es un árbitro bastante joven, ¿se imagina llegando a la Primera División?
A día de hoy no me lo imagino porque me ha costado tanto llegar a Segunda División, e incluso ha habido momentos en los que yo mismo he dudado de si podía estar en esta categoría, que la verdad ni me lo planteo. El fútbol es presente y va de mejorar cada día un poco más trabajando constantemente para adaptarme de la mejor manera.
Dentro del campo, ¿qué perfil de árbitro tiene?
He evolucionado bastante. Al principio, quizá era un perfil un poco más autoritario y ahora soy más asertivo. Me considero un árbitro muy natural, tal y como soy fuera, soy dentro del campo. Es verdad que hay veces que los jugadores no te lo ponen fácil durante los partidos y te exigen actuar de una determinada manera, pero soy una persona bastante comunicativa y empática en el campo.
Con su ascenso a Segunda, ya son 8 árbitros aragoneses en el fútbol profesional entre principales y asistentes, ¿considera que el nivel de Aragón respecto al arbitraje es alto?
El nivel en Aragón es altísimo, llevamos muchos años demostrando que hay árbitros muy buenos en nuestras categorías. Los compañeros que tengo son quizá más reconocidos fuera de Aragón que dentro. Creo que este nivel es fruto del trabajo diario y considero que nuestro arbitraje vive un buen momento.
Va a coincidir en la categoría de plata con Carlos Muñiz Muñoz, ¿ha habido mensajes entre ustedes después de conocer su ascenso?
Sí que los ha habido, de hecho, me llamó antes de las listas y yo le he preguntado para que me dé unos consejos. Hemos compartido categorías durante muchos años y nuestra relación es muy buena, lo admiro mucho porque me parece un pedazo de árbitro y me parece una gran persona. Es obvio que existe una rivalidad deportiva, pero nuestra relación siempre va a ser buena y ojalá estemos muchos años en la misma categoría.
¿Ustedes saben si van a subir de categoría previamente a las listas?
No sabemos nada antes de que salgan las listas. Cuando ya son oficiales, recibes la llamada de tu responsable y en mi caso, me acuerdo de que hasta que no me lo verbalizó no me lo acababa de creer todavía y se me vinieron a la cabeza todos esos malos momentos y lo importante que es seguir trabajando pese a esos baches.
Se ha referido a los momentos malos, imagino que ha sufrido en sus propias carnes las escenas lamentables que por desgracia siguen pasando.
Es algo que por desgracia tenemos totalmente naturalizado. Sí que me gustaría mandar un mensaje y dejar claro que somos personas, que nos equivocamos como cualquier ser humano, que el fútbol no es perfecto. Nuestra familia sufre mucho y yo he tenido que decirle a mi familia que no viniese a verme porque ya presuponía lo que podía pasar. Nosotros lo pasamos mal y quiero abogar por el respeto hacia todas las personas, sobre todo, centrado en el fútbol base.
El nivel de los árbitros españoles lleva en el foco mucho tiempo, ¿qué nivel considera realmente que hay en este país?
El nivel del arbitraje en España es muy alto y te das cuenta cuando estás dentro porque hay muchos matices de los que no se es totalmente consciente. El foco nunca está en la preparación nuestra para cada partido, sino en el error, y por supuesto que fallamos, pero si solo te centras en eso es muy complicado ver más allá. Creo que aquí forma parte de la cultura el buscar ese fallo.
Dentro de los árbitros lo que siempre sale a la palestra es el VAR y su uso, ¿cree que el VAR es una herramienta útil y que el uso que se le da es el correcto?
Creo que todo el mundo del fútbol está de acuerdo en que el VAR es una gran herramienta porque te concede segundas oportunidades para tomar la mejor decisión, pero en este deporte no existen dos jugadas iguales. Creo que es muy difícil que se aúne todo dentro de un mismo criterio y poco a poco todos nos vamos adaptando y sin duda va a seguir mejorando. Aunque opino que mucha gente pensaba que con el VAR se iba a acabar la polémica, pero detrás de la pantalla hay un ser humano y no es nada sencillo querer tomar la mejor decisión actuando con la mayor celeridad posible. Estoy seguro de que se están haciendo las cosas bien e irán a mejor con el paso del tiempo.