la historia de quien lo logró

El miedo tiene mala fama. Nos paraliza, nos sabotea, nos impide tomar decisiones. Pero también puede ser el motor que necesitamos para cambiar de rumbo. Convertir el miedo en una herramienta de crecimiento no es fácil, pero hay quienes lo han conseguido. Uno de ellos es Pancho Campo, y su historia lo demuestra.

Pancho ha trabajado como promotor musical, ha dirigido eventos con personalidades como Sting, Enrique Iglesias o Pink Floyd, y ha sido el primer español en convertirse en Master of Wine, una de las certificaciones más prestigiosas del mundo del vino. También ha sido deportista olímpico, organizador de congresos internacionales y asesor en sostenibilidad. Su currículum impresiona, pero lo más interesante de Pancho no está en su hoja de vida, sino en su forma de encarar los retos.

En una entrevista que puedes escuchar en este artículo, Pancho comparte cómo los momentos más difíciles de su vida —las caídas, las crisis, el miedo a perderlo todo— han sido también los que más le han enseñado. «No he aprendido nada en los momentos de éxito«, dice con rotundidad. «He aprendido en los momentos duros, cuando te toca recomenzar».

El miedo, explica, tiene mala prensa porque lo asociamos con la debilidad. Sin embargo, para él ha sido una brújula. “Cuando sientes miedo, es porque estás saliendo de tu zona de confort. Y ahí es donde empieza el crecimiento real”. No se trata de eliminarlo, sino de entenderlo y usarlo a favor.

Pancho Campo entre tiburones

A lo largo de su carrera, ha pasado por varios puntos de inflexión. Uno de ellos fue una crisis personal y profesional que lo llevó a replantearse todo. En lugar de quedarse en la queja o el victimismo, decidió reinventarse. Estudió nuevas disciplinas, se formó en sostenibilidad, liderazgo y cambio climático, y volvió a empezar desde otra perspectiva. «A veces, para encontrar tu verdadero propósito, necesitas que todo se derrumbe», reflexiona.

En la entrevista, habla también de la importancia de la curiosidad, del aprendizaje continuo y de rodearse de personas que te reten. Cree que el miedo a fracasar muchas veces nace de un entorno que penaliza el error, cuando, en realidad, equivocarse es parte del proceso. “Si no hay tropiezo, no hay mejora”.

Pancho también señala la importancia de hablar del miedo sin tapujos. En un mundo que valora la imagen del éxito constante, confesar inseguridades puede parecer una debilidad. Pero, según él, es lo contrario. “Cuando reconoces tus miedos y hablas de ellos, pierden poder. Es una forma de liberarte”.

Otro elemento clave que comparte es la gestión emocional. En su experiencia como deportista de élite y como organizador de eventos internacionales, ha comprobado que la diferencia no está solo en la preparación técnica, sino en cómo manejas la presión. “La mente es tu mayor aliada o tu peor enemiga”, resume.

En el fondo, su mensaje es sencillo: el miedo no se vence, se transforma. Y para eso, hace falta coraje, sí, pero también método. Pancho propone herramientas prácticas para enfrentarlo: respirar, parar, observar, entender qué lo provoca, y actuar desde ahí. No se trata de impulsividad, sino de claridad.

A quienes sienten que están en un momento de bloqueo o duda, les lanza una invitación directa: “No huyas del miedo. Míralo de frente. Pregúntale qué quiere decirte. Y luego decide si quieres quedarte ahí o avanzar”.

En un tiempo marcado por la incertidumbre, su enfoque resulta especialmente valioso. No ofrece recetas mágicas ni frases motivacionales vacías. Habla desde la experiencia, desde los golpes y los aprendizajes. Desde la convicción de que el miedo no es el enemigo, sino el punto de partida.

Si quieres escuchar su historia con sus propias palabras, puedes reproducir aquí la entrevista completa que hemos mantenido con él. Tal vez, al terminar, el miedo ya no te parezca tan temible.

Fuente