Con una sonrisa de oreja a oreja después de un final de infarto. Miguel Ángel Ramírez, entrenador del Sporting, valoró positivamente la capacidad de reacción de los rojiblancos para sumar un empate que entiende como el resultado mínimo que podían llevarse por los méritos mostrados ante el Zaragoza. El técnico quiso atribuir gran parte del punto al apoyo de El Molinón, destacando el ambiente previo y el empuje a lo largo de los noventa minutos. Con todo, se mostró ambicioso al asegurar que cree que el conjunto gijonés está todavía lejos de mostrar su mejor versión como equipo. 

El empate. «El Molinón está teniendo mucha magia y nos está ayudando la gente a que la tenga. Es responsabilidad nuestra cuidar esa relación. Si estamos todos juntos, incluso en las dificultades, sacaremos algo positivo».

El árbitro. «Nada que opinar».

Justicia. «No merecíamos perder. Me alegraba mucho que no perdiéramos porque nos había castigado mucho el 0-1 en cinco minutos de partirnos y querer correr demasiado. Cinco minutos que regalas, te vacunan. No era un partido para 0-2. Creo que los cambios mejoraron y nos hicieron seguir creyendo. El Molinón, obviamente, ha sido clave».

Pérdidas de tiempo. «No me preocupa, pero tenemos que saber gestionarlo. Tanta interrupción nos ha impedido esa fluidez que teníamos».

Locura de partido. «No me gustan los picos de emociones, no son sanos, no hay corazón que lo aguante. Necesitas serenidad para saber qué hacer en cada momento. No me gusta el descontrol. Me gusta que el equipo crea. El que nos quiera ganar tiene que hacerlo demasiado bien».

Cinco goles en contra en dos partidos. «No me preocupa, porque creo que hoy no fueron ocasiones claras, aprovecharon lo poco que tuvieron». 

 Recibimiento. «No existen palabras. He compartido un vídeo que grabé con mi familia. Es maravilloso ver desde guajes con la bufanda. Había mucha gente del Zaragoza y lo que más me gusta es lo respetuoso. En una época que nos falta paz, es maravilloso».

Guille, lesionado. «Muy bien. Ha tenido un golpe en la rodilla y en cuanto le vimos mandé calentar a Enol. Entendía que era el momento para que no continuara. Me cuesta no poner a Guille por el nivel que está entrenado. Desde que llegué está teniendo los mejores minutos de entrenamiento».

Cote y Campuzano. «Con Cote sabíamos lo que él nos da y Campu nos da cualidades distintas a Djuka. El plan en ataque cambió con ellos para que pasaran cosas distintas. Han dado un impulso desde el juego para creer en la remontada».

El nivel. «Hay muchos momentos que me gusta lo que hacemos, pero la competición nos está enseñando que estamos todavía lejos del equipo que podemos llegar a ser».

El gol del empate. «No sabía si a Pablo le iba a dar el aire porque estaba antes tirado en el suelo. Vi al banquillo del Zaragoza avisar a su compañero. En cuanto veo que pone el balón en el suelo (el portero), y que hay la posibilidad…».