Hamás se ha plantado. «No tiene sentido entablar conversaciones ni considerar nuevas propuestas de alto el fuego mientras continúe la guerra de hambre y la guerra de exterminio en la Franja de Gaza«, ha declarado Basem Naim, alto funcionario del grupo palestino a la Agencia France Presse, a la vez que ha instado a la comunidad internacional a «presionar al Gobierno de [el primer ministro israelí, Binyamín] Netanyahu para que ponga fin a los crímenes de hambre, sed y asesinatos» en Gaza. Mientras, Israel continúa su ofensiva militar en el enclave, tras matar a 54 palestinos este lunes. Pero, además, sus aviones de guerra también bombardean el Líbano, Siria y Yemen, alcanzando su capital, Saná, junto a su aeropuerto internacional.
Estas declaraciones llegan un día después de que Netanyahu dijera que la población de Gaza «será trasladada» en una próxima operación militar. El gabinete israelí aprobó el lunes la ampliación de la ofensiva que implicaría «la conquista de la Franja de Gaza y la posesión de los territorios«. Esta intensificación tendría lugar después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, visite la región la semana próxima. Un alto funcionario de defensa afirmó que había una ventana de oportunidad para un nuevo acuerdo de tregua.
Pero la realidad en la Franja disuade a Hamás de sentarse en la mesa de negociaciones. El bloqueo impuesto por Israel el pasado 2 de marzo, que impide la entrada de ayuda humanitaria y bienes comerciales, está teniendo consecuencias catastróficas. Los hospitales en Gaza están a 48 horas de colapsar y las vidas de miles de personas enfermas y heridas están en riesgo, de acuerdo a la Oficina de Medios de Gaza. La Sociedad de la Media Luna Roja Palestina ha anunciado esta semana que los suministros de alimentos en el enclave se han «agotado por completo», tanto en los mercados locales como en los centros de distribución humanitaria. Las muertes de niños por inanición son la tónica de los últimos días, según denuncian las autoridades de la Franja.
Ataques en Gaza, Siria, Yemen y Líbano
A su vez, los bombardeos israelíes contra el enclave no se detienen. Al menos 48 personas han muerto en las últimas 24 horas y otras 142 han resultado heridas por los ataques aéreos, según el Ministerio de Salud de Gaza. Hay aún víctimas atrapadas bajo los escombros. En total, la guerra contra Gaza ha matado a 52.615 palestinos y herido a otros 118.752. Además, en las últimas horas, los aviones de guerra israelíes han lanzado ataques contra diferentes zonas del Líbano. Entre ellas, el sur del país y la frontera con Siria. También allí han atacado, como llevan haciéndolo desde hace días.
La brutalidad de los bombardeos israelíes se ha cebado este lunes con Yemen. La ola de ataques aéreos se ha concentrado en la capital Saná, controlada por los hutíes. El Ejército israelí ha declarado que el aeropuerto internacional está ahora «completamente deshabilitado» y que la milicia miembro del Eje de Resistencia de Irán usaba estas infraestructuras «para transferir armas y operativos, y es operado regularmente por los hutíes con fines terroristas». A su vez, han anunciado el ataque contra varias centrales eléctricas cerca de la capital y otra fábrica de cemento al norte, utilizada para construir infraestructura y túneles. «Constituye un golpe a la economía del régimen y a su fortalecimiento militar», ha afirmado el Ejército israelí.