En la reunión de trabajo mantenida este miércoles por el conseller de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, Vicente Martínez Mus, y el alcalde de Vila-real, José Benlloch, junto a otros responsables municipales y autonómicos, abordaron otro de los proyectos fundamentales para el desarrollo de la ciudad y que sigue estancado a la espera de una solución, como es la conexión de la ronda suroeste con la N-340.
El munícipe vila-realense hizo hincapié en que la responsabilidad de acometer esta intervención «no es de la conselleria ni del Ayuntamiento». Por ello, recordó que en el acuerdo plenario en el que dieron viabilidad al PAI Espai Vila-real se estableció que «esa responsabilidad corresponde al urbanizador, al propietario de los terrenos».
Benlloch avanzó que, en breve, mantendrá una reunión con los dueños para impulsar que asuman el rol de agente urbanizador, una cuestión que «aún estaba pendiente de tramitarse hasta que se confirmara la viabilidad de la actuación».
El alcalde incidió en la necesidad de que el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, «que es el titular de la N-340, una carretera que tiene una densidad de tráfico muy elevada, autorice la solución». Una solución en la que, apuntó, ya han estado trabajando para adelantarse, de manera que tienen «un proyecto elaborado, que no es el de una rotonda, que el Ministerio no veía bien, sino la construcción de un escaléxtric a diferente altura para unir la ronda y la N-340».
Asimismo, remarcó que el hecho de que se asigne a la propiedad la condición de agente urbanizador «quiere decir que tiene la obligación de realizar esta obra y, al mismo tiempo, desarrollar ese millón de metros cuadrados de suelo industrial y comercial que existe allí».
Y añadió: «En el momento en el que el dueño actual sea el agente urbanizador, le plantearemos el proyecto desde el Ayuntamiento y la conselleria, para ir de la mano y poder ejecutar esta conexión de la ronda suroeste, que es fundamental para la ciudad».
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