El Mallorca parte con una leve desventaja respecto al Celta y Osasuna, que son los últimos equipos clasificados en puestos europeos, y debe mostrar la mejor versión de la primera vuelta para superar a uno o a ambos rivales. Está a dos puntos de los gallegos- que jugarían Europa League-y a uno de los navarros-que accederían a Conference– mientras que le saca dos a la Real Sociedad y tres al Rayo Vallecano.
El equipo bermellón cuenta con un calendario asequible y esa es su principal baza en una carrera a contrarreloj al que solo le quedan cinco jornadas. Es cierto que el cuadro palmesano tiene que jugar tres veces a domicilio y solo dos en Son Moix, pero es lo mismo que el Celta y Osasuna. Solo los donostiarras y los vallecanos presentan esta ventaja.
Los pupilos de Jagoba Arrasate solo tienen un partido en el que, aparentemente, es muy difícil sacar un buen resultado: contra el Real Madrid en el Santiago Bernabéu. Y, ojo, porque según el marcador de El Clásico la jornada anterior puede ser que, o se hayan despedido de la Liga, o bien ganen opciones para hacerse con el campeonato. El resto de enfrentamientos son asequibles ante equipos que ocupan la segunda mitad de la clasificación, algo en lo que sale con una ligera ventaja, ya que sus rivales por Europa se enfrentan a conjuntos mejor clasificados con luchas pendientes en la tabla.
El primer partido del Mallorca, después de trece días de parón, es contra el Girona este lunes a las 21 horas en Montilivi. Los catalanes llegan en horas bajas e incluso pueden empezar el choque en puestos de descenso. En el siguiente duelo, reciben al Valladolid, que solo ha sumado un punto en la segunda vuelta. Son los dos peores equipos de la segunda mitad de campeonato con diferencia y es una buena oportunidad para que los bermellones regresen a puestos europeos, sobre todo, porque el Celta tiene dos enfrentamientos difíciles, Osasuna dos salidas muy complicadas contra el Villarreal y el Betis, la Real Sociedad juega ante el tercero (Atlético) y contra el cuarto Athletic, mientras que no es descabellado que el Rayo sume un buen puñado de puntos.
La igualdad de la tabla favorece a que se intercambien las posiciones durante todas las jornadas porque, cuando uno se enfrenta a un rival asequible, el otro se mide a uno de los huesos duros de la competición. Además, como se acerca el final de Liga la complicación de los encuentros puede variar dependiendo de si los adversarios se juegan algo o, en cambio, no tienen ningún objetivo por el que competir. Como tal vez pueda ser su penúltimo rival, el Getafe, que se encuentra en tierra de nadie con siete unidades más que el descenso y a cinco de Europa.
Uno de los aspectos negativos para los bermellones es el golaveraje. Contra el Celta y Osasuna necesitan sumar un punto más que ellos porque si no quedarán por detrás. Sin embargo, ante la Real Sociedad lo tienen ganado y contra el Rayo por ahora también, aunque todavía tienen que enfrentarse.
Los enfrentamientos directos también pueden jugar una buena pasada al cuadro de Arrasate. Sobre todo en su disputa contra el Celta, ya que los gallegos se medirán a los donostiarras y a los vallecanos, algo que puede favorecer a que sentencie a los rivales más alejados o se deje puntos y allane el camino del Mallorca por Europa.
Las cábalas son muchas, pero el único camino es ganar para dar a los hinchas una bonita ilusión extra.
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