En el hospital, Cem, roto por dentro, se ha sincerado con Evren ahora que su hermano ha salido de peligro. “Entiendo tu odio por papá, pero yo era solo un niño… te pedí ayuda y tú preferiste huir”, le ha dicho.
El joven le ha recordado que, aunque son hermanos, siempre se ha sentido solo. “No tengo a nadie, Evren… solo a ti”, le ha confesado. Su súplica ha sido clara: no quiere volver al orfanato, no quiere que lo abandonen de nuevo.
Evren, aún débil, ha intentado calmarlo, pero Cem le ha dejado toda la responsabilidad en sus manos. ¿Ha llegado el momento de que Evren tome las riendas y actúe como hermano mayor? Ambos han cargado con el peso del pasado… pero ahora, enfrentan un presente que podría cambiarlo todo.
