Nueva adquisición estratégica en el panorama de la industria española de defensa. Los fondos de inversión Lauria Partners e Hyperion han culminado la compra de la firma catalana Gutmar, dedicada a la mecánica de alta precisión y subcontratista en importantes programas militares.
Los tres protagonistas han hecho pública hoy la operación, en la que aclaran que se trata de una entrada en el flanco de «grandes empresas de aeroespacial y defensa» con vistas a «afrontar con éxito los desafíos y oportunidades de este nuevo ciclo inversor« que supone el rearme europeo.
En la compra, Hyperion, el fondo inversor especializado en defensa en el que participa el exlíder del PP Pablo Casado, ha apoyado a Lauria Partners en la compra.
Gutmar fabrica en el polígono Can Magí de Sant Cugat del Vallés piezas mecánicas muy especializadas, que se utilizan en el sector nuclear, en el aeroespacial, en la construcción de submarinos comerciales y en aeronaves clave para la Fuerza Aérea española, como los cazas Eurofighter y los helicópteros NH90. Más de tres cuartos de su producción se destinan a la exportación.
Cambio en la cúpula
El control de la compañía pasa a manos de Álvaro Hostmann y Miguel Camino, creadores de Lauria Partners, que serán los nuevos CEOs de la firma recién adquirida. El fondo nació con el objetivo declarado de «identificar, comprar y hacer crecer una empresa relacionada con la industria aeroespacial y de defensa», pero «tomando conciencia del legado familiar». En un comunicado que han difundido este martes, los nuevos propietarios anuncian que se abre «una nueva etapa marcada por la continuidad, preservando su cultura y valores históricos».
Hortsmann trabajó en banca corporativa y de inversión de BNP Paribas, y su socio fue abogado especializado en asuntos de regulación y societarios de Uría Menéndez. Detrás tienen el apoyo de un grupo de ejecutivos del sector de la defensa, y del fondo Hyperion, que ha adquirido una parte minoritaria de la nueva Gutmar.
El hasta ahora presidente de la empresa, Joan Martorell, hijo de uno de los fundadores, y sus principales directivos toman parte en el capital de la nueva sociedad en su nueva etapa y seguirán integrados en la dirección. La firma catalana recién adquirida nació en 1951, cuando dos maestros industriales, juan Martorell y Bernabé Gutiérrez, transformaron la fábrica de motores de avión Elizalde. De los apellidos de los dos viene el nombre de la firma.
Piezas clave
Gutmar tiene una planta de producción de piezas de 15.000 metros cuadrados en Can Magí. La empresa ha cumplido ya 70 años y cuenta con una plantilla de 110 personas, con una importante porción de ingenieros, peor ha sido en los últimos años, con la guerra de Ucrania de telón de fondo, que ha crecido anualmente más de un 20%. En 2024 su facturación fue de 17 millones de euros.
Parte del negocio de Gutmar reside en el seguimiento de las piezas que fabrica durante su ciclo de vida útil, lo cual la convierte en copartícipe de los programas de mantenimiento de sistemas clave de la defensa. La firma catalana ha sido requerida para aportar piezas y mantenimiento en tres de los más importantes programas del Ejército del Aire y del Espacio con Airbus: el avión de carga A400 M, los cazas Eurofighter y el recientemente entregado avión de repostaje y Proyección estratégica A330 MRTT.
Airbus también cuenta con la mecánica de Gutmar en la realización y mantenimiento del helicóptero multipropósito NH90 para la Armada, Tierra y la Fuerza Aérea, y en el helicóptero de ataque Tigre del Ejército.
En el campo de la defensa espacial, en expansión en España, a entre otros proyectos Gutmar aporta piezas integradas en la ingeniería del sistema satelital PAZ de obtención de imágenes para Defensa y la Seguridad del Estado.
Esta operación societaria en la industria de la defensa culmina, según han indicado sus actores, después de un año de búsqueda durante el que se ha analizado un millar de firmas candidatas.
Gutmar participa en la muy competida caza de talentos del sector: expande desde diez años su influencia en el mundo universitario y de la Formación Profesional con programas propios de acompañamiento a ingenieros en fase final de estudios, así como de estudiantes en prácticas para programas de FP dual.