Paula es de A Coruña. Tiene 45 años y cáncer desde hace un año. De ovarios y bastante fastidiado, aunque ella nos lo describe con otro adjetivo. Se trata con quimioterapia en el Centro Oncológico de Galicia, situado en el barrio coruñés de Eirís.
Por su enfermedad, no puede conducir, pero la alternativa de ir en bus es toda una odisea desde su casa de Novo Mesoiro, en A Coruña. Vive en Novo Mesoiro, un barrio periférico, y la alternativa más rápida es ir hasta el centro de la ciudad a hacer trasbordo. Lo de rápida… es un decir.
“Es una aventura, porque tienes que hacer un trasbordo”, cuenta a COPE. Para ir a una cita, “tienes que coger el 21 aquí, que muchas veces es impuntual” y “el camino más rápido sería ir de aquí al Obelisco” -en pleno centro de la ciudad- “y del Obelisco hacer otro trasbordo y coger otro autobús que me lleve al hospital”. Así, un trayecto que en coche se completa en menos de diez minutos, lleva un mínimo de 45 minutos. La otra alternativa, con trasbordo al bus 7, desde el barrio de Os Castros, no baja de una hora.
Pêndiente de que la lleven
Su rutina siempre es similar: un día tiene análisis de sangre. Al día siguiente, revisión con la oncóloga y, finalmente, la sesión de quimio en otra jornada. Esos días, ya ni se atreve a coger el bus “porque no me apetece pasarme todo el día peleando por coger el bus tras los tratamientos”, a lo que se une que, al ser a las 8:30, “me tendría que levantar a las 5 y media para salir de casa a las 6 y media y a ver si llego al hospital”. Si es la revisión con la oncóloga, que suele coincidir a media mañana, puede pensarse en ir “sin prisa” y “perder dos horas”. “Ahí sí me puedo arriesgar”, comenta.
Bus Urbano en A Coruña
Paula se busca la vida y sabe que tiene suerte. Su marido trabaja a turnos y se organiza para poder llevarla en coche y, cuando no puede, lo hace su padre. Pero su caso sirve para hacer pública la falta de accesibilidad de miles de vecinos de Novo Mesoiro a los centros hospitalarios. Lo ha denunciado “no solo por mí, sino por todos”. En el barrio “somos miles de personas que no tenemos manera de llegar tanto al hospital como al centro de salud que lo tenemos en Matogrande y no tampoco tenemos un autobús que nos acerque allí”. La alternativa a pie todavía es “peor” porque “las aceras no existen” en las carreteras de acceso.

Vecina de Novo Mesoiro pide en la reunión una mejor conexión con el barrio donde tienen el centro de salud
La inédita respuesta a una denuncia pública
Esto es lo que expresó Paula, hace unos días, en persona a la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, en una reunión convocada en Mesoiro para definir el futuro del bus urbano de A Coruña. La respuesta a este tipo de quejas, más allá de tomar nota, pasó por la afirmación de la alcaldesa de que en la ciudad “no tenemos mentalidad de trasbordo” y, “sin embargo, en otras ciudades todo el mundo hace trasbordo”. “Algo que es habitual cuando salimos de aquí lo tenemos que poner en marcha en la ciudad”, opinó.

Inés Rey, alcaldesa de A Coruña: «No tenemos mentalidad de transbordo»
Pero su caso, como paciente oncológica, tocó hondo en sus vecinos, que enseguida se pusieron manos a la obra. Y, de repente, empezó a recibir mensajes que se ofrecían a llevarla. Paula recibió un aluvión de comunicaciones privadas de personas desconocidas que se ofrecían a trasladarla a su tratamiento.
“Desde gente que trabaja cerca de la ciudad sanitaria, vecinos que están de baja y que ahora mismo no están trabajando” o “madres que dejan a sus hijos en el colegio y que partir de esa hora tienen toda la mañana para acercarse y llevarme, ya no solo llevarme al hospital, sino que cualquier cosa que yo necesite”. Tanta amabilidad de esta “maravilla de barrio” la ha desbordado. “Son un amor”, reconoce.

Parada del bus 21 en Novo Mesoiro (A Coruña)
Una gran familia
Ella, de momento, puede seguir con su sistema familiar de traslado, pero está contenta de que, al menos, su voz haya servido para que se ponga sobre la mesa un problema para quien se pone enfermo en Novo Mesoiro. Y está enormemente agradecida por la respuesta de un barrio que, aunque apartado, está muy unido. “Más que vecinos, ya somos todos una gran familia”, afirma. Y esto pasa “tanto conmigo como con cualquier persona”. Lo ve en las redes sociales del barrio, en las que “todo el mundo se vuelca intentando ayudar a todos”
“Yo vengo de otro barrio y la verdad que para mí, como este, no hay otro”, declara. De hecho, pese a los problemas de conexión, “Si tuviera oportunidad irme me lo pensaría muy mucho antes de dejarlo”, dice, rotunda y orgullosa.