Aragón ha sido durante siglos cruce de caminos y crisol de culturas. Su posición estratégica, en el noreste de la Península Ibérica, ha hecho que diferentes civilizaciones hayan dejado su huella en la comunidad en forma de un rico y variado patrimonio de distintas épocas y estilos.
Cada pequeña localidad aragonesa ha sido testigo del paso del tiempo y de los diversos pueblos que han habitado sus tierras a lo largo de los años. Gracias a ello, hoy en día podemos disfrutar de rincones que son auténticos tesoros para los amantes del arte y de la historia en general.
Un ejemplo de esa gran riqueza cultural que existe en Aragón lo encontramos en este pequeño pueblo de la comarca Campo de Daroca, en la provincia de Zaragoza, que tiene nombre de gentilicio y cuenta con una de las torres mudéjares más hermosas de toda España. Hablamos, cómo no, del pueblo de Romanos.
Cerca de la localidad se encuentra una villa romana, por lo que el nombre del pueblo tiene clara conexión con sus orígenes. Ocupada durante siglos por los musulmanes, también fue importante durante la Reconquista y más tarde durante las guerras entre Aragón y Castilla.
Si hablamos de gentilicio, a los habitantes de Romanos se les denomina romaneros y romaneras.
De la torre mudéjar a la fuente romana
Visitar Romanos es hacer un viaje a través del tiempo desde la época romana a la era moderna, pasando por el medievo. Actualmente todavía quedan amplios muros del recinto del castillo del siglo XIV, que alberga la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol, construida en el siglo XVI. De ella destaca la bellísima torre mudéjar de planta cuadrada y de origen militar edificada en torno al año 1400.
Esta torre mudéjar ha sido nombrada patrimonio mundial por la Unesco. Una de sus principales características es su decoración, donde se aprecian prácticamente todos los adornos que se utilizaban en la época con la geometría del ladrillo, a excepción de la cerámica. Dentro del templo, se pueden contemplar retablos de los siglos XVI, XVII y XVIII.
Se conservan también una bella ermita dedicada a Nuestra Señora de los Remedios y varios peirones: el de la Virgen del Pilar, el de San Martín y el Peirón de Entrecaminos.
También merece atención la fuente de época romana sobre la que existe una leyenda, así como el antaño famoso Molino de Romanos, ubicado en la encrucijada de caminos entre las poblaciones de Villadoz, Romanos, Villarroya del Campo y Badul.