Cientos de refugiados sirios se congregaron en los cruces fronterizos del sur de Turquía, ansiosos por retornar a sus hogares tras el derrocamiento del presidente Bashar al-Assad.

Desde el amanecer, muchos refugiados se reunieron en los pasos fronterizos de Cilvegozu y Oncupinar, correspondientes a Bab al-Hawa y Bab al-Salameh en el lado sirio. Envueltos en mantas y abrigos, algunos encendieron fogatas improvisadas o descansaron sobre el frío suelo mientras esperaban su turno.

Entre ellos se encontraba Muhammed Zin, de 28 años, quien dejó Damasco en 2016 y vivía en Estambul. “Assad nos disparaba, nos mataba. Ahora regresaré a Siria. Gracias a Dios, la guerra terminó”, declaró emocionado.

Otro refugiado, Seer Ali, de 18 años, que trabajaba en Gaziantep para sostener a su familia en Siria, compartió su alegría: “Estamos muy contentos. No solo yo, sino todos los sirios aquí. Todos volverán con sus familias, nadie se quedará”.

En el Líbano, desplazados sirios también iniciaron su regreso el lunes, formando largas filas de automóviles en los pasos fronterizos. La jornada estuvo marcada por muestras de apoyo de los residentes libaneses, quienes repartieron caramelos en señal de felicitación a los refugiados que volvían a su país.

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