La gran pregunta política tras el 29-O es si la sociedad permitirá a Carlos Mazón pasar página. Un mes después de la gran riada, la situación del president de la Generalitat es delicada, con lo que se ha ido conociendo en estos 31 días de la gestión del día D y los posteriores, pero él está dispuesto a resistir. Sabe que cada minuto cuenta a su favor. Un mes después, Mazón camina sobre una cuerda tensa entre el pasado y el futuro. Su objetivo es que prevalezca la ilusión de la reconstrucción frente al peso de un día que nunca olvidará.

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