Corea del Norte confirmó el lanzamiento del misil balístico intercontinental Hwasong-18, superando sus pruebas anteriores. Según KCNA, la agencia estatal, el líder Kim Jong-un presenció el evento. Kim subrayó que las hostilidades externas refuerzan la necesidad de potenciar las fuerzas nucleares norcoreanas. Su compromiso con el desarrollo del arsenal nuclear sigue siendo firme.

Este lanzamiento fue condenado por Corea del Sur y Estados Unidos, mientras que Japón informó sobre una duración de vuelo récord. KCNA declaró que la prueba fue “esencial” para la defensa nacional, y otras fuentes identificaron el misil como un nuevo ICBM.

El misil fue lanzado cerca de Pyongyang a las 7:10 am, recorriendo 1.000 kilómetros en 87 minutos y alcanzando una altitud de 7.000 kilómetros. Fuentes militares japonesas y surcoreanas señalaron que podría tratarse de un nuevo modelo Hwasong-18 de combustible sólido.

Capacidades avanzadas del Hwasong-18 fortalecen la amenaza regional

El Hwasong-18 representa una mejora importante en el arsenal norcoreano, dado su uso de combustible sólido. Este tipo de combustible permite un lanzamiento más rápido y difícil de detectar, lo que incrementa la ventaja táctica de Corea del Norte. Su diseño mejora la capacidad de movilidad y reduce el riesgo de detección temprana.

Al tener un diseño de tres etapas, el Hwasong-18 puede alcanzar más de 10.000 kilómetros, lo que potencialmente lo haría capaz de impactar en el territorio estadounidense. Fuentes sugieren que fue lanzado desde un TEL móvil, aumentando su capacidad de ser desplegado de manera rápida y discreta.

La combinación de tecnología avanzada en los sistemas de guía y control del misil mejora su precisión. Su orientación se basa en navegación inercial y GPS, lo que le permite realizar maniobras evasivas para evitar interceptores incluso en altitudes extremas.

Preocupaciones internacionales ante la movilidad y precisión del Hwasong-18

La comunidad internacional ha mostrado preocupación por las capacidades avanzadas del Hwasong-18, especialmente en cuanto a su movilidad. La plataforma TEL permite a Corea del Norte posicionar y trasladar el misil a diversas ubicaciones, lo que complica su detección por satélites.

Expertos en defensa de Estados Unidos y Corea del Sur advierten que el misil de combustible sólido presenta riesgos estratégicos debido a su activación rápida. Esto podría comprometer activos clave estadounidenses y afectar las respuestas a posibles crisis en la región.

Además, analistas han advertido que las mejoras tecnológicas en el Hwasong-18 podrían incluir sistemas diseñados para evadir interceptores de misiles, generando preocupación entre las potencias occidentales sobre las implicaciones de esta maniobrabilidad.

Dudas sobre la producción masiva y capacidad operativa del Hwasong-18

Si bien el Hwasong-18 ha suscitado inquietudes globales, algunos analistas se cuestionan si Corea del Norte puede fabricar estos misiles en volúmenes considerables. La capacidad del país para sostener operaciones continuas con este tipo de tecnología avanzada está en duda.

Los desafíos logísticos relacionados con la producción en masa y el mantenimiento operativo de misiles avanzados como el Hwasong-18 en diversas condiciones meteorológicas podrían limitar su despliegue a gran escala.

No obstante, la maniobrabilidad y las mejoras en la guía y control del Hwasong-18 han puesto a prueba los sistemas de defensa antimisiles existentes, incluidas las plataformas estadounidenses como el THAAD y Aegis, planteando nuevos retos para la seguridad regional.

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