Uno de los habitantes de la ciudad ucraniana de Moshchun muestra con orgullo un vídeo en su teléfono móvil. En él aparece un soldado ucraniano, un joven de la localidad, hablando a cámara. Detrás, varios cuerpos sin vida de hombres rusos. “Estos soldados han cometido el error al venir a Moshchun, cuyo nombre viene de fuerza”, se le escucha decir. La ciudad fue escenario de una de las batallas más cruentas y prolongadas del inicio de la invasión rusa a gran escala de Ucrania. Las tropas de Vladímir Putin llegaron a la localidad el 5 de marzo. Era un punto clave para lanzar el asalto a la capital, que se encuentra a unos 40 minutos por carretera. Los ucranianos tuvieron que resistir una lluvia implacable de fuego aéreo, de artillería y de morteros. Pero el 21 de marzo consiguieron liberar la ciudad. Los planes de Putin de tomar Kiev habían sido desbaratados. 

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