Lo busqué hasta encontrarlo. El anuncio a toda página publicado por Regionales Renfe en este diario el 15 de octubre de 1991 ratificó mis intuiciones. Alicante y Villena estaban mucho mejor unidos por ferrocarril hace 33 años que hoy. Entonces era posible asistir a cualquiera de los actos de la enorme agenda cultural de mi pueblo y regresar a la capital a las diez y media de la noche todos los días, desde el mismísimo centro de la ciudad. Otro tanto cabría decir de los ocho Talgos diarios hacia Madrid. Un privilegio que no tenía ninguna ciudad de la provincia. En qué momento Renfe se olvidó de Villena es algo que algunos políticos con nombres y apellidos, todavía vivos, deben saber bien.
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