La información proveniente de Irán tras los ataques nocturnos de Israel es escasa y, en gran medida, controlada por un régimen dictatorial que ha decidido restringir el acceso a internet durante los ataques. Ante este panorama, surgen serias interrogantes sobre la autenticidad de cualquier información oficial que se origine en Teherán. La declaración de Israel sobre el ataque, que menciona la participación de “100 cazas israelíes”, señala el posible impacto en las capacidades militares iraníes. Expertos que analizan imágenes satelitales han identificado alteraciones significativas en el territorio iraní, indicando la destrucción de baterías antiaéreas que, hasta hace poco, desempeñaban un papel crucial en la defensa del país. Este “corredor” despejado entre montañas, que antes estaba repleto de sistemas de defensa, sugiere que Israel ha ejecutado un ataque meticulosamente planificado, debilitando la infraestructura defensiva de Irán. Sin embargo, el enfoque estratégico de Israel no se ha dirigido hacia objetivos prominentes, sino que ha apuntado a instalaciones que Irán consideraba “secretas”. Esto envía un mensaje contundente a Teherán: “Solo tú y yo sabemos el daño que te he hecho. Puedes alardear de tu invulnerabilidad, pero estás expuesto a una posible tercera oleada de ataques”. El avance del programa nuclear de Irán es veloz, con niveles de uranio enriquecido que se acercan a aquellos requeridos para la fabricación de armas nucleares, alcanzando hasta un 90%. Esta situación se complica aún más debido al estancamiento en las negociaciones con Estados Unidos para reactivar el… Leer más

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