La ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, durante una rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, en el Palacio de La Moncloa, a 15 de octubre de 2024, en Madrid.

El Gobierno compareció este martes por primera vez desde que la UCO apuntase al exministro José Luis Ábalos como presunto cabecilla de la trama del ‘caso Koldo’. El informe no solo revela mensajes del exasesor con el empresario Aldama para que le comprasen una casa, sino que también refleja que el exsecretario de Organización del Partido Socialista avisó al presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, de que Delcy Rodríguez quería visitar España.

Es más, le informó de que acudiría al aeropuerto de Barajas, en Madrid. A lo que el líder socialista respondió afirmativamente. Sin embargo, la versión que dio el Gobierno cuando Ábalos era responsable de Fomento, y posteriormente de Transportes, fue distinta. Entonces aseguraron que conocieron su llegada sin previo aviso y que acudieron para frenar un conflicto diplomático y, a la vez, evitar que pusiera un pie en territorio Schengen.

Las conversaciones incautadas por la Guardia Civil contradicen la versión que entonces dio el Gobierno y dejan muchas más preguntas que respuestas. Cuestiones por las que se preguntó y repreguntó tanto a ministros como a los responsables de comunicación de Moncloa. Pero, mientras atendían todas aquellas dudas referidas a la corrupción, no quisieron responder ninguna sobre el caso Delcy.

Según sonó el nombre de la mandataria venezolana, reiteraron la versión que ya dio el Gobierno hace años. “Evitamos un conflicto diplomático”; y añadieron un nuevo matiz que ha incluido Moncloa a raíz del informe de la UCO: “Se conoció que tenía prohibida la entrada después de esos mensajes (entre Ábalos y Sánchez)”. Una frase que ha venido repitiendo sin cesar Moncloa en los últimos días.

Pero tras estas dos frases, tanto el responsable de Comunicación como los ministros abandonaron rápidamente el corrillo de periodistas sin atender a todas las repreguntas que se lanzaban mientras, aligerando el paso hacia la salida, contestaban “ya está, ya está”. Y de nuevo, dejaban más preguntas que respuestas. “Que no quiere contestar, vamos”, coincidían todos los corresponsales de los medios de comunicación.

Una escena que se produjo tan solo siete días después de la última comparecencia, en la que el equipo de prensa de la portavoz, Pilar Alegría, tuvo que rescatar a la ministra tras haber asegurado durante la comparecencia que la Audiencia Provincial había calificado de “prospectiva” la instrucción del caso de Begoña Gómez, cuando el escrito aseguraba justo lo contrario. Un desliz que se sumó a otros tantos sobre la rebaja de condena a etarras.

La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez.
La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez.

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