Nuevo presidente en tres meses o suspensión de la Federación. Ese es el mensaje que han trasladado la FIFA y la UEFA tanto a la RFEF como al Gobierno en una reunión a cuatro bandas que ha tenido lugar este miércoles en Madrid. Advertencia que culmina el hartazgo de los dos organismos internacionales con el desgobierno que reina en Las Rozas desde la suspensión y posterior dimisión de Luis Rubiales, hace más de un año.
El director de Asuntos Legales de la FIFA, el español Emilio García Silvero, se mostró convencido al término del encuentro de que no habrá que llegar al extremo de aplicar sanciones a la RFEF, aunque aseguró que «a nivel internacional hay muchas dudas sobre la situación de la Federación Española», según informa Efe.
¿Y qué implica la suspensión de una Federación? Según los estatutos de la FIFA, la pérdida de los derechos como federaciones miembros, entre los que se incluyen la participación en competiciones de carácter internacional para sus selecciones y clubes afiliados. Es decir, la advertencia o amenaza llegaría potencialmente a competiciones como el Mundial o la Champions, si bien es un escenario tan drástico que nadie lo contempla.
¿Y por qué el plazo es de tres meses? Para empezar, porque el Mundial del año 2030 se asignará oficialmente el 11 de diciembre a la candidatura que España comparte con Portugal y Marruecos. Y aunque por una cuestión de tiempos es prácticamente imposible que para entonces haya un presidente electo, la FIFA quiere que para entonces el proceso esté lanzado.
Pero hay otro motivo y reside en la potencial capacidad del Gobierno para intervenir una federación si esta incumple con su deber de celebrar elecciones, dado que equivaldría a que dicha federación incumple una Orden Ministerial. Es decir, la ley. Y la FIFA y la UEFA no están dispuestas a que esto ocurra, por cuanto supondría perder el control del fútbol español en favor de un tercero, en este caso el Gobierno.
La FIFA y la UEFA asisten desde hace meses con preocupación ante la incapacidad de la RFEF de sacar adelante unas elecciones que le den inestabilidad. Las hubo en primavera, pero Pedro Rocha quedó inhabilitado por excederse en sus funciones al frente de la gestora previa y las iba a haber, de nuevo parciales, este mes, pero el TAD determinó su ilegalidad
El Gobierno no ha estado representado por el presidente del Consejo Superior de Deportes, José Manuel Rodríguez Uribes, sino por su director general, Fernando Molinero, y por el ex seleccionador Vicente del Bosque, presidente de una comisión creada para la supervisión de la actividad federativa que, en la práctica, ha carecido de funciones ejecutivas.
Fuentes del Gobierno aseguran que la RFEF ha mostrado su predisposición para lanzar el proceso electoral cuanto antes y que el CSD ha ofrecido su máxima colaboración para terminar cuanto antes con la situación anómala que vive el fútbol español.
El problema es que este proceso está sujeto al escrutinio del Tribunal Administrativo del Deporte y a potenciales denuncias al respecto de terceros. Y en este punto, todos miran al presidente de la escuela de entrenadores Cenafe, Miguel Galán, que es quien ha conseguido que se anulen la celebración de dos elecciones en este año y que Rocha acabe inhabilitado.
Y es que ese es el principal problema: si la RFEF todavía no tiene un presidente electo (o al menos la convocatoria encauzada para tenerlo) es por sus propios errores a la hora de gestionar la situación que tuvo ante sí tras la dimisión de Rubiales. El CSD, en tiempos de su expresidente Víctor Francos, tampoco puso de su parte para poner claridad a la situación.
En cualquier caso, fuentes del Gobierno niegan las informaciones que ponen bajo amenaza la celebración del Mundial 2030 y destacan que en las dos últimas semanas se han producido visitas técnicas a las instalaciones designadas para ese torneo con total normalidad.
