La Asamblea general de la ONU ha aprobado una resolución en la que exige que Israel retire “sin demora” su “presencia ilegal” del llamado “Territorio Palestino Ocupado” en un plazo de un año. La medida incluye la salida tanto de soldados como de civiles israelíes de estas áreas.

El texto insta a Israel a cumplir con el veredicto emitido en julio por la Corte Internacional de Justicia, que se refiere a la ocupación de Judea y Samaria y Jerusalén Oriental. Además, pide que se imponga un embargo de armas al país.

La resolución fue promovida por el “Estado de Palestina” y otros 29 países, en su mayoría de mayoría musulmana. Sin embargo, los Emiratos Árabes Unidos, aunque mantienen relaciones diplomáticas con Israel, optaron por no ser copatrocinadores de la medida.

Un total de 124 países votaron a favor de la resolución, 14 en contra y 43 se abstuvieron. Entre los principales opositores están Israel, Estados Unidos, Chequia y Argentina, junto con algunos países insulares del Pacífico. Paraguay y Malawi también rechazaron la propuesta.

En cuanto a Europa, varios países decidieron abstenerse, entre ellos Ucrania, el Reino Unido, Alemania e Italia, junto con otras naciones como Canadá y Australia.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel criticó la resolución, calificándola de incentivo para el terrorismo y señalando que “perjudica las posibilidades de alcanzar la paz”.

Desde el gobierno israelí, se expresó que la decisión no toma en cuenta los eventos del 7 de octubre y que favorece a Hamás, al transmitir el mensaje de que “el terrorismo es recompensado”. También advirtieron que esta postura complicará las negociaciones sobre los rehenes. “Israel responderá en consecuencia”, afirmó el Ministerio de Relaciones Exteriores, sin detallar cómo actuarán frente a la Autoridad Palestina.

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