El Gobierno británico ha citado al embajador ruso en Londres en respuesta a lo que ha descrito como una «campaña de agresión sin precedentes» por parte de Rusia. Este encuentro surge a raíz de las recientes acusaciones que las autoridades rusas han lanzado contra personal diplomático del Reino Unido, calificándolas de «infundadas». La tensión aumenta tras la decisión de Moscú de revocar la semana pasada la acreditación de seis funcionarios británicos, un acto que Londres ha tachado de violación a la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.
En un comunicado oficial, un portavoz del Ministerio de Exteriores británico ha expresado que estos actos representan «un patrón de comportamiento completamente inaceptable y muy poco profesional», que no cumple con los estándares esperados en las relaciones entre Estados. Según el Gobierno de Keir Starmer, esta «campaña deliberada» incluye actos de desinformación y sabotaje, con el objetivo de minar la seguridad y la democracia británicas, ejerciendo presión para que el Reino Unido reduzca su apoyo a Ucrania.
El Reino Unido convoca al embajador ruso por una «campaña de agresión sin precedentes»
Desde Londres, se ha hecho un llamamiento firme a las autoridades rusas para que «detengan inmediatamente estas actividades». El ejecutivo británico sostiene que estas acciones no solo buscan debilitar la estabilidad interna del Reino Unido, sino que también pretenden influir en su política exterior respecto a Ucrania. Este conflicto diplomático subraya la creciente tensión entre ambos países, que se ven envueltos en un ciclo de acusaciones y represalias que amenaza con deteriorar aún más las ya complicadas relaciones bilaterales.