La Liga era algo así como un gigante dormido en el mercado. En los últimos años, ni siquiera los grandes habían mostrado un poderío a la altura de lo que hace no tanto fueron. Movimientos sueltos, sí, pero no suficientes para revertir una tendencia que, a finales del verano de 2023 dejó al campeonato doméstico como el que menos dinero gastó en fichajes de los cinco grandes. Algo que, un año después, parece que no volverá a repetirse.
O al menos, eso es lo que se desprende del papel de los tres grandes en los últimos meses. A poco más de dos semanas para el cierre del mercado, Real Madrid, Barça y Atlético han demostrado, en mayor o menor medida, que el mercado de este año supone un punto de inflexión para sus proyectos. Y, de la forma que lo permiten sus respectivas arcas, han tratado de dar un golpe en la mesa. Los rojiblancos y los azulgranas para tratar de seguir la estela de un Madrid campeón, y los blancos para no perder su situación de dominio.
Especialmente protagonista está siendo el papel del Atlético de Madrid, tras varios años de una inversión cercana a cero. Robin Le Normand (34,5 millones) y Alexander Sorloth (32) fueron los primeros en llegar, antes de afrontar uno de los grandes golpes del mercado, el fichaje del delantero argentino Julián Álvarez por 75 millones fijos más otros 20 en variables, la segunda operación más cuantiosa de su historia.
Ahora está por ver si los rojiblancos acaban acometiendo el pago de 40 millones por Conor Gallagher, una operación que parecía encarrilada y ahora está paralizada por el paso atrás de los londinenses a la hora de recibir por un precio similar a Samu Omorodion. O si retoman el acuerdo que habían alcanzado con el Valencia por Javi Guerra. De acabar realizándose alguna de las dos operaciones, el desembolso total superaría los 200 millones.
De Mbappé a Julián, pasando por Olmo
Tampoco se queda atrás el Real Madrid, que se ha llevado a la joya de la corona del mercado, el esperado Kylian Mbappé, llamado a ser la gran estrella del campeonato durante la próxima década. Un fichaje estructural y a coste cero, ya que el francés acabó su vínculo con el PSG, pero que sigue dando muestras del poderío financiero del club blanco, capaz de desembolsar una prima de fichaje que supera los 100 millones y un sueldo que colocará al delantero como el mejor pagado de La Liga. Además, también ha llegado del Palmeiras Endrick por alrededor de 50 millones, en un refuerzo que sigue la línea de lo mostrado años atrás con Vinicius y Rodrygo.
Y por último está el Barça, el club de los grandes con las cuentas más comprometidas, pero que aun así ha dejado su sello en el mercado haciéndose con Dani Olmo tras pagar unos 55 millones al Leipzig. El club blaugrana se ha hecho con uno de los nombres destacados de la pasada Eurocopa y por el que suspiraban varios equipos de la Premier y la Bundesliga como el Bayern, completando así un ataque que liderará el aún menor de edad Lamine Yamal.
A ellos hay que sumar el papel del Athletic. No por su desembolso, apenas 15 millones en el extremo Álvaro Djaló, sino por la capacidad de retener a Nico Williams, consagrado como estrella tras su gran Eurocopa. Todo indica que el menor de los hermanos, que acaba de heredar el 10 de Muniain y ha asegurado recientemente que “quiere seguir haciendo historia como Iker“, continuará al menos un año más de rojiblanco, dando un portazo a los intentos del Barça por ficharle y optando por seguir en un proyecto ya ganador como es el del equipo de Ernesto Valverde.
Pelea por ser el segundo tras la Premier
Solo con el papel de los grandes, la imagen de La Liga en este mercado contrasta con lo ofrecido hace un solo año. En el verano de 2023, el campeonato doméstico cayó claramente hasta la quinta posición en cifras de gasto, por detrás de la Premier, Serie A, Ligue 1 y Bundesliga. También se quedó por detrás del gran agitador de ese mercado, la Liga de Arabia Saudí, quien emergió como la gran amenaza pescando también a jugadores jóvenes del campeonato doméstico español.
Solo los fichajes de Jude Bellingham por 103 millones de euros y Arda Güler por 21, superaron la barrera de los 20 y maquillaron una dinámica en la que la tónica general para las direcciones deportivas fue la de “dejar salir antes de entrar”. Quitando al Madrid, ninguno de los equipos españoles gastó por encima de la barrera de los veinte millones en un futbolista.
Ahora, tras superar ya los 400 millones de gasto en el mercado, La Liga pelea por la segunda posición de tú a tú con la Serie A, la Bundesliga y la Ligue 1, aunque lejos, eso sí, de la Premier, cuyos clubes ya superan los 1.000 millones en fichajes. Para ver en qué posición acaba habrá que esperar a las poco más de dos semanas que restan de mercado, y cómo se mueve la clase media de La Liga, hasta ahora agazapada, en la recta final.
La Real, amenazada por la Premier
Uno de los clubes llamados a tener un papel destacado en lo que queda de agosto es la Real Sociedad, cuya columna vertebral corre serio peligro. A la salida ya confirmada de Le Normand se podrían sumar las de Mikel Merino, que acaba contrato en un año y que el Arsenal ha fijado como uno de sus objetivos, y la de Martín Zubimendi, siempre en el radar de los grandes clubes de Europa y al que ha acechado el Liverpool, decidido a pagar su cláusula en caso de tener el sí del jugador. El mediocentro, no obstante, parece ahora más cerca de quedarse en Anoeta.
De confirmarse alguno de esos movimientos, el club donostiarra contaría con dinero suficiente para acometer varias operaciones para seguir contando con un equipo competitivo que le permita seguir luchando por los puestos europeos. Algo así como le ocurre ahora al Villarreal, que tras desprenderse de Sorloth ha acudido al mercado a buscar delanteros incorporando a Ayoze e interesándose por fichar otro; o al Girona, que todavía apura las opciones de reforzar su plantilla tras las salidas millonarias de varios de los jugadores que propiciaron la mejor temporada de historia, clasificándose para disputar la Copa de Europa este año.