La tradicional ofrenda a la Virgen de los Desamparados en la Basílica de València colocó al Levante en una posición de privilegio para pedir deseos de todo tipo. Desde anhelos personales hasta, por supuesto, suspiros deportivos. No obstante, las plantillas del primer equipo masculino y femenino, uniendo sus fuerzas ante la Virgen de los Desamparados de manera conjunta por primera vez en la historia del club levantinistas, aspiran a que la temporada futbolística les otorgue salud y objetivos cumplidos sobre el terreno de juego: un ascenso a Primera para los pupilos dirigidos por Julián Calero y un nuevo año peleando con los grandes de la Liga F para las futbolistas entrenadas por Roger Lamesa, sin renunciar a las tres primeras posiciones que dan acceso a la Champions. 

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