Los 27 mayores bancos de la Unión Europea han prestado unos 256.000 millones a empresas que por su actividad ponen en riesgo bosques, sabanas y otros ecosistemas naturales críticos para el clima y la biodiversidad desde 2015, año de la firma del Acuerdo de París. España, con el Banco Santander a la cabeza, se sitúa en el «top 4» de países europeos que prestan dinero a estas compañías.
Así lo revela una investigación de Greenpeace Internacional, Milieudefensie y Harvest basada en datos recopilados por el centro de investigación independiente ‘Profundo’ para esclarecer la relación entre las entidades financieras y grandes grupos empresariales productores, procesadores y comerciantes mundiales de soja, carne de vacuno, aceite de palma, caucho, madera y otras materias primas, vinculadas con la destrucción de ecosistemas.
El informe pone el foco en Bunge y Cargill, gigantes que comercian con materias primas cuya expansión y producción suponen un riesgo para los ecosistemas (soja, maíz, cacao o azúcar y derivados como piensos para animales); los dos mayores productores de carne del mundo, JBS y Marfrig; y RGE y Sinar Mas, productores y procesadores de aceite de palma y madera para pasta de papel.
El papel de la UE
El informe concluye que la Unión Europea es el segundo mayor centro financiero del mundo en cuanto a financiación de 135 sectores analizados y de riesgo para los ecosistemas, por detrás de Estados Unidos (285.513 millones) y por delante de China (203.809 millones), Reino Unido (113.305 millones) o Japón (100.818 millones).
«La UE tiene una gran opinión de sí misma en cuanto a la protección del clima y la naturaleza, pero mira para otro lado cuando sus entidades invierten dinero en empresas vinculadas a la destrucción masiva de la naturaleza y a la vulneración de los derechos humanos».
«No podemos luchar contra la crisis climática y la pérdida de biodiversidad y, al mismo tiempo, financiar la destrucción”, ha aseverado Miguel Ángel Soto, responsable de bosques en Greenpeace España.
La investigación muestra que algunos de los bancos más grandes con sede en la UE, como BNP Paribas, Deutsche Bank, ING Group, Rabobank y Santander, proporcionaron, entre 2016 y principios de 2023, el 22,1% del crédito total a nivel global a grandes empresas de sectores cuya actividad suponen un alto riesgo de destrucción de la naturaleza.
Francia a la cabeza
La gran mayoría del crédito europeo provino de bancos con sede en Francia (101.772 millones), Países Bajos (64.037 millones), Alemania (45.284 millones) y España (29.251 millones).
Otros grandes financiadores de empresas dañinas para el clima y la naturaleza son Canadá (79.257 millones) y Suiza (42.001 millones), según la misma fuente.
Los bancos, fondos de pensiones y gestores de activos, con sede en la UE, también proporcionan el 9,4 % de las inversiones globales actuales a sectores de riesgo natural.
Por países, desde Alemania se han invertido 17.041 millones, desde Francia 16.207 millones, desde Países Bajos 7.980 millones, desde Suecia 7.895 millones, desde Finlandia 5.819 millones, desde Dinamrca 2.900 millones, desde Italia 2.841 millones, desde Bélgica 1.550 millones y desde España 1.122 millones de dólares.
Entidades españolas
El informe incluye el análisis de instituciones financieras con sede en España, como los bancos Santander (21.338 millones) y BBVA (7.679 millones), a la cabeza. A mayor distancia figuran entidades como Caixa Group (180 millones), Sabadell (128 millones) o Abanca (71 millones).
A la financiación otorgada desde España a empresas relacionadas con el deterioro ambiental, habría que sumar 1.122 millones de dólares (algo más de 1.000 millones de euros) en inversiones.
«Estas cifras convierten al sector financiero español en el cuarto mayor proveedor de crédito y el décimo mayor inversor en estos sectores entre los miembros de la UE; y el décimo mayor en crédito en el mundo (vigésimo quinto en inversión)», según el informe.
Banco Santander ha sido el sexto proveedor de crédito, entre las entidades con sede de UE, y ha financiado a cinco de los seis grupos empresariales con vínculos directos (o en su cadena de suministro) con la reciente destrucción de ecosistemas: Bunge, Cargill, JBS, Marfrig y Sinar Mas, explica.
En el caso de la empresa cárnica Marfrig, el Banco Santander fue el mayor proveedor de crédito entre los bancos de la UE.
«Los objetivos de descarbonización del Santander y su compromiso de conseguir cero emisiones netas en 2050 son incompatibles con la actividad destructiva de su actual cartera de clientes«, ha apuntado Soto.
En opinión de Soto, la actual estrategia del banco es un fraude porque consistente en calcular su huella de carbono «sin tener en cuenta la ingente cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la deforestación provocada por sus clientes.
Informe íntegro: https://es.greenpeace.org/es/wp-content/uploads/sites/3/2024/03/Espanol-La-UE-financia-la-destruccion.pdf
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