Los analistas reconocen que se analizan los últimos 50 años, la cotización del oro es mejor entre noviembre y finales de febrero, mientras que marzo suele ser el peor mes.
Un indicador de cercanía que indica la solidez del mercado del oro es el nivel de compraventas. Por ejemplo, la firma Cash Converters calcula que el alza del precio del oro en sus tiendas en España ha sido del 6% y que eso ha tenido influencia en el auge de las compraventas. La compra en gramos se incrementó el 33% en febrero en esta cadena respecto de enero. Cash Converters fundió en 2023 un total de 278,42 kilogramos de oro. La firma calcula que existe una demanda activa de 1,1 millones de búsquedas mensuales en la categoría de producto joyería. En su caso, las piezas más demandadas en cuanto a joyas de segunda mano son anillos y collares. Las compras de piezas de joyería de segunda mano en Cash Converters crecieron un 29% respecto a 2022, muestra del interés inversor en ese tipo de productos.
La apuesta inversora por el oro defiende que la situación actual es propicia para las revalorizaciones por una habitual relación inversa entre los tipos de interés y el oro. Cuando los tipos de interés bajan, el oro sube debido al incremento de su atractivo como activo refugio. Los inversores y los bancos dan actualmente por descontado que los tipos de interés empezarán a bajar a partir de junio. Si se mantienen las tensiones geopolíticas en el este de Europa o en Oriente Próximo, el precio del oro será alto.
Otro elemento que anima a pensar en la solidez de la cotización es la demanda de la India, uno de los principales compradores de oro. Sigue siendo elevada y la economía del país es fuerte. La demanda en China, principal importador de oro a nivel mundial, también ha sido mejor de lo esperado en las últimas semanas.
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