En la quinta etapa del reality ‘Hasta el fin del mundo’, que se desarrolló de Perú a Bolivia, las seis parejas de concursantes afrontaron un tramo duro marcado por el mal de altura, con mareos y falta de oxígeno. A pesar de las dificultades físicas, todos lograron completar la etapa.
La carrera comenzó en Huacachina (Perú), desde donde partieron rumbo a Sucre (Bolivia), una ciudad a 3.800 metros de altitud. El ranking de llegadas de la etapa anterior se respetó en su mayoría: en primer lugar llegaron Rocío Carrasco y Anabel Dueñas, seguidos por Nia y J Kabello; en tercer lugar, Yolanda Ramos y su sobrina Ainoa Olivares; después llegaron Aldo Comas y José Lamuño; y cerrando la clasificación, Alba Carrillo y Cristina Cifuentes, y finalmente Jedet y Andrea Compton.
En un momento insólito, uno de los trabajadores de los autobuses creyó que Rocío Carrasco estaba ebria, por lo que le pidió que se sometiera a una prueba de alcoholemia. El test dio 0,0 %, descartando cualquier consumo y el trabajador se disculpó con la concursante.
Por otro lado, Yolanda Ramos protagonizó uno de los momentos más divertidos de la entrega cuando aceptó participar en un ritual junto a su sobrina. Aunque lo intentó con empeño, no logró “meterse” en la ceremonia: se fue literalmente “asando viva” por el fuego, provocando las risas de todos.
Por último, la pareja formada por Aldo Comas y José Lamuño terminaron comiendo rata peruana. Además, su jornada empeoró al encontrarse con unas condiciones deplorables en el hotel, lo que les llevó incluso a reclamar la devolución del dinero de la habitación.











