Viene siendo una exigencia del sector prácticamente desde siempre, y parece que la Unión Europea (UE), por fin, se ha puesto manos a la obra. Y es que las autoridades comunitarias han aprobado un nuevo reglamento de seguridad para los juguetes, cuyo propósito fundamental es frenar las importaciones de productos que incumplen las normativas o que directamente están falsificados, y que ocasionan pérdidas millonarias a la industria. Restricciones químicas más estrictas, controles aduaneros reforzados y la exigencia de un pasaporte digital, son algunas de las cuestiones que se introducen en esta nueva regulación. Los fabricantes están de acuerdo, en líneas generales, con la filosofía, aunque se quejan de que las plataformas de venta online, uno de los principales canales por los que se cuelan juguetes de este tipo, no hayan sido incluidas.
El nuevo reglamento aprobado por la Unión Europea introduce, de entrada, nuevas sustancias que quedan vetadas en los juguetes, todo con la finalidad de proteger la salud infantil. Entre ellas destacan sensibilizantes cutáneos y sustancias dañinas para el sistema respiratorio, disruptores endocrinos, bisfenoles peligrosos, o fragancias alergénicas en juguetes para menores de tres años o en aquellos destinados a introducirse en la boca.
El instituto tecnológico AIJU, con sede en Ibi, ayuda al sector a cumplir con las normas de seguridad. / Juani Ruz
De acuerdo con la misma normativa, los fabricantes y, por extensión, los importadores que traen a Europa juguetes desde terceros países, tendrán que llevar a cabo una evaluación completa de riesgos, abarcando peligros químicos, físicos y mecánicos; higiene y radioactividad; riesgos eléctricos e inflamabilidad; y riegos digitales en juguetes electrónicos.
Otra de las novedades más significativas será la exigencia en todos los artículos de un pasaporte digital accesible mediante código QR, en el que conste la conformidad con las normas comunitarias. Lo que se pretende con esta medida es mejorar la trazabilidad, acelerar los controles aduaneros, reforzar la vigilancia del mercado, y garantizar que consumidores y autoridades accedan a las advertencias de seguridad de manera inmediata.

Juguetes decomisados por inseguros en una imagen de archivo. / Germán Caballero
Aquellos juguetes que no cumplan estos requisitos pasarán a ser considerados como «contenidos ilícitos en línea».
El reglamento va a tener una incidencia directa en el sector de la provincia de Alicante, considerado como la cuna del juguete. ¿Pero cuál es su opinión ante el contenido de esta nueva normativa? El director de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ), José Antonio Pastor, señala que el reglamento es aceptable en líneas generales, aún a pesar de que hay medidas, remarca, que deberían ser de aplicación en el conjunto de la industria, y que solo se pretenden aplicar al juguete.
Plataformas online
En cualquier caso, la principal queja por parte de los empresarios es que las marketplace o, lo que es lo mismo, las plataformas de venta online, no hayan sido consideradas directamente como operadores dentro de este reglamento y puedan escapar, consecuentemente, a su aplicación.
Según Pastor, «tal y como está redactada la normativa, la persona que compra a través de estas plataformas se convierte en responsable del juguete importado, al considerarse a las marketplace como meras transportistas». Para el director de la asociación de fabricantes, «se ha desaprovechado una magnífica oportunidad de ir más allá y atajar de verdad el problema, porque nos da la sensación de que estos canales de venta online podrán seguir campando a sus anchas, como ha venido sucediendo hasta la fecha».
Otra de las cuestiones con la que existen dudas es en el pasaporte digital. Según José Antonio Pastor, «no se dice cómo va a ser este pasaporte, por lo que nos cuesta confiar en si realmente va a ser efectivo», enfatiza.
Mil millones en pérdidas
Las importaciones de juguetes que incumplen las normativas comunitarias o que, directamente, son productos falsificados, tienen un impacto enorme en el sector. De hecho, un estudio realizado tiempo atrás por la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (UE), con sede en Alicante, cuantifica en mil millones de euros las pérdidas sufridas por los jugueteros comunitarios como consecuencia de un descenso de ventas del 8,7 %. Y las consecuencias no se limitan solo a las económicas, dado que este tipo de productos, procedentes en su mayor parte de Asia, propician también la pérdida de 3.600 empleos.
Suscríbete para seguir leyendo









