Los médicos de Baleares se están preparando para la huelga nacional convocada del 9 al 12 de diciembre. La primera asamblea informativa de cara a esta movilización organizada por el Sindicato Médico de Baleares (Simebal) esta mañana en Son Espases ha registrado un lleno total en el salón de actos, una imagen que el propio sindicato interpreta como una muestra del nivel de indignación y de movilización del colectivo.
En la sesión ha intervenido Miguel Lázaro, presidente de Simebal, que ha explicado que los facultativos reclaman un estatuto propio que reconozca la singularidad de su trabajo y que permita corregir una situación que, aseguran, se arrastra desde hace años.
La asamblea de hoy ha sido la primera de una ronda de sesiones que Simebal celebrará en los hospitales públicos de Baleares en los próximos días para explicar los motivos de la huelga y preparar la movilización. El objetivo, insisten, es que los profesionales entiendan por qué se convoca la protesta y qué consecuencias tiene la propuesta del Ministerio de Sanidad, a quien señalan directamente como el culpable de la huelga.
El presidente de Simebal, Miguel Lázaro, interviene en la sesión informativa sobre la huelga en Son Espases esta mañana. / Simebal
La convocatoria es estatal y coincide en afirmar que el proyecto de nuevo Estatuto Marco elaborado por la ministra «no reconoce la singularidad del médico», mantiene una «discriminación laboral» que afecta a 177.000 facultativos y perpetúa unas condiciones que consideran injustas, tal y como ha explicado esta mañana Lázaro en el hospital de referencia.
El dirigente ha insistido en la asamblea en que esta huelga «no es contra la consellera de Salud», sino contra el Gobierno central y la titular de Sanidad, Mónica García, a quienes responsabiliza de bloquear las reivindicaciones históricas del colectivo y de ignorar la situación límite de la profesión. Según el sindicato, la falta de médicos especialistas es ya «el talón de Aquiles de la sanidad pública» y no se solucionará mientras el Ministerio no aborde reformas profundas, empezando por un estatuto propio que permita regular de manera específica aspectos como la conciliación, los descansos tras las guardias, la normativa de salud laboral, las incompatibilidades o la organización interna de los servicios.
«Pedimos disculpas a los pacientes, pero esta huelga es por ellos», insisten desde Simebal, que subraya que las listas de espera y la caída de la calidad asistencial no se arreglan solo con más financiación, sino con planificación, gestión y personal suficiente. Lázaro ha recordado que, sin médicos, «no hay sanidad pública posible», y que la actual situación de sobrecarga y precariedad está alejando a muchos profesionales del sistema público.













