La dobledosis volátil de la hernia gitana

No hay como prestar oídos a lo que se dice por ahí para alegrar el cuerpo por la mañana. Tal es el origen del nombre de esta sección: lo que hay que oír. Prestad oídos y oiréis: presté oídos y oí. Por ejemplo: «No comentaron nada porque creo que murió de dobledosis» (en vez de «sobredosis», aclaro). Presté oídos y oí, por ejemplo: «Los conozco: toda la familia es de hernia gitana» (en vez de «etnia», vuelvo a aclarar)… a no ser que un servidor haya perdido el oremus con la evolución de la medicina.

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