El Informe DEKRA 2025 alerta de que más de 1,2 millones de personas mueren cada año en las carreteras del mundo, según la OMS.
Aunque la siniestralidad ha disminuido notablemente desde los años setenta, gracias al uso obligatorio del cinturón, los límites de velocidad o los controles de alcohol y drogas, el informe insiste en que los avances no son suficientes para alcanzar el objetivo global de reducir en un 50% las muertes y lesiones graves para 2030.
Alcohol, drogas y velocidad
DEKRA destaca la importancia de mantener el compromiso global con la Visión Zero, que persigue eliminar completamente las víctimas mortales y graves por accidentes de tráfico. Su Mapa interactivo DEKRA Vision Zero muestra las ciudades que han logrado varios años sin muertes en carretera, evidenciando que la mejora es posible mediante políticas sostenidas y locales.
Entre los principales factores de riesgo siguen figurando el alcohol y las drogas, el exceso de velocidad y las distracciones por teléfono móvil. Las infraestructuras seguras e inteligentes pueden reducir los accidentes hasta un 30%, y la seguridad pasiva de los vehículos (como airbags y estructuras reforzadas) puede disminuir las muertes hasta en un 60%.
La tecnología ayuda
Asimismo, los sistemas avanzados de asistencia a la conducción (ADAS) muestran una reducción de siniestros cercana al 30%, siempre que los conductores conozcan sus límites de funcionamiento.
El informe insiste en que la seguridad vial debe ir de la mano de la transición hacia vehículos sin emisiones, sin sacrificar los estándares de protección, y que la cooperación institucional y social es clave para consolidar los avances.
Recomendaciones
Durante la presentación del informe, que contó con la presencia de Pere Navarro, director de la DGT, y María José Aparicio, coordinadora general de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, desde Dekra se lanzaron unas recomendaciones para seguir avanzando hacia el objetivo cero accidentes de tráfico:
- Fomentar una conducta responsable y cooperativa de todos los usuarios de la vía.
- Mejorar la recopilación y comparabilidad de los datos de accidentes a nivel nacional e internacional.
- Reforzar la seguridad vial en países de ingresos medios y bajos.
- Centrar los esfuerzos en reducir las lesiones graves, no solo las muertes.
- Adaptar las medidas eficaces a las condiciones locales antes de aplicarlas.
- Prohibir, controlar y sancionar las conductas de alto riesgo.
- Usar siempre el cinturón de seguridad y los sistemas de retención infantil adecuados.
- Utilizar casco en todo tipo de vehículos de dos ruedas.
- Los usuarios de patinetes eléctricos deben conocer las normas de circulación antes de usarlos.
- Los conductores de dos ruedas deben cuidar la iluminación activa y pasiva de sus vehículos.
- Mantener y señalizar correctamente carriles bici y caminos peatonales para una movilidad segura.
- Impulsar la educación vial continua y adaptada a todas las edades.
- Incluir en la formación la enseñanza sobre sistemas de asistencia y conducción automatizada.
- Garantizar la seguridad mecánica, electrónica y cibernética de los vehículos durante toda su vida útil.
- Diseñar carreteras autoexplicativas y con márgenes que perdonen errores en nuevas infraestructuras.















