En el texto del Misteri, en el pasaje correspondiente al “Ternari”, tres apóstoles que se encuentran milagrosamente en una encrucijada de caminos cuando se dirigen a Jerusalén, expresan su sorpresa con estos versos:
“De les parts d’aci estranyes
Som venguts molt prestament,
Passant viles i muntanyes
En menys temps de un moment”
En este texto vemos reflejado el interés que el Misteri despierta en tanta gente que desde tiempos antiguos asisten a la representación del Misteri y especialmente en nuestro tiempo en que las comunicaciones facilitan el llegar “en menys temps d’ un moment”. La celebración de la fiesta de la Asunción, tal como tiene lugar en nuestra ciudad de Elche y que la vivimos como un rito comunitario, traspasa las fronteras de nuestro mundo local. Parafraseando al escritor Joan Fuster, diríamos que al celebrarla cada año nos hace intérpretes de una liturgia universal, y es que no existe contradicción entre lo local y lo universal.
La Festa d’Elx en la particularidad de su representación, es un punto de referencia de la cultura europea que nos hermana con todos aquellos lugares de la geografía de nuestro continente en las que se han llevado a cabo representaciones asuncionistas y el Misteri d’Elx es el ejemplo que más ha permanecido vivo a través de los siglos.
De otra parte, la celebración de la Asunción de María nos remite a una antigua tradición que proviene ya oficialmente del siglo VI y que tiene sus raíces tanto en los antiguos textos apócrifos asuncionistas como en la liturgia de la Iglesia tanto de Oriente como de Occidente. Volver los ojos a la historia, encontrarnos en las tradiciones comunes, es un ejercicio de reflexión necesaria, sobre todo en estos tiempos en los que se han ampliado las fronteras económicas y políticas de Europa y en que es necesario ensanchar las fronteras culturales, en cuya configuración han tenido un lugar fundamental las manifestaciones de origen religioso. En estos momentos de modo especial, hemos de tener presente la inclusión en la Unión Europea de países que pertenecen a la tradición del mundo bizantino. Repensar la idea de Europa se debe hacer desde sus cimientos, si queremos que sea algo más que el euro. A pesar de nuestras diferencias, hemos de ver aquello que nos une y en la tradición común sin duda, encontraremos muchos significados para interpretar el presente, y a la vez mantener activa la memoria nos ilumina en las tareas de afrontar el futuro.
La fiesta de la Virgen de agosto es pues una manifestación esplendorosa de las culturas cristianes del Oriente Medio, el lugar de origen de esta antigua y rica tradición y en estos momentos no podemos olvidar la situación en la que se encuentran estas comunidades, debido a los efectos de les guerras que asolan estos países, al fanatismo y también a la actitud de tanta gente que asiste indiferente a la desaparición de un Oriente Medio rico y diverso culturalmente, que se está sustituyendo por una realidad uniforme y monolítica.
Las iglesias de oriente con sus diversas liturgias y tradiciones, son un recuerdo vivo de los primeros siglos de la Iglesia. A través de estas comunidades se han conservado antiguas culturas. Su desaparición pone en peligro una parte fundamental de nuestro mundo cultural. De otra parte conviene recordar que estas comunidades han acumulado una gran experiencia en la convivencia con las comunidades judías y musulmanas cuya experiencia siempre, pero especialmente en estos momentos, nos puede ser muy provechosa.
No podemos olvidar tampoco el sufrimiento de muchas comunidades musulmanas con las que compartimos también numerosas tradiciones y entre ellas la presencia de María, la madre de Jesús, una figura que con su potente simbolismo puede facilitar el entendimiento entre los creyentes de una y otra religión y entre los que tienen la sensibilidad de conocer ese mundo simbólico compartido. Cada vez que celebramos nuestra fiesta patronal, que a la vez se ha convertido en Obra Maestra del Patrimonio Oral de la Humanidad de la UNESCO, estamos contribuyendo a la pervivencia de estas tradiciones, de estas culturas tan amenazadas en estos tiempos; estamos contribuyendo desde la tradición local a la pervivencia de un mundo más rico y plural y a la vez nos invita a la defensa de ese mundo cultural, auténtico patrimonio de la Humanidad en peligro tan inminente de destrucción y sin el que no podemos entender nuestra civilización.
Son muchas las actuaciones que se pueden llevar a cabo con el fin de contribuir a un acercamiento entre los pueblos. Creemos que la propuesta que se ha presentado ante el pleno municipal de presentar el Misteri a la candidatura del Sello Cultural Europeo y que en un artículo que publicamos en este diario expusimos los muchos motivos que había para ello, al igual que se podría proponer la iniciativa de que el Misterio de Elche sea el eje de la creación de un Itinerario Cultural Europeo del Consejo de Europa de tema asuncionista, lo que podría contribuir al conocimiento y hermandad entre los pueblos y por ello fomentar una cultura de paz tan necesaria en nuestro tiempo. Entendemos la oportunidad de estas actuaciones en estos momentos en que se está llevando una representación extraordinaria del Misterio con motivo de la celebración del 75 aniversario del la declaración del Dogma de la Asunción, lo que supuso un mensaje de esperanza frente a la destrucción material y moral que supuso la Segunda Guerra Mundial. Un mensaje de gran provecho para toda la humanidad.
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