El desembarco de las firmas isleñas Grupo Martinón, Domingo Alonso Group y Satocan en el entramado societario de Canaragua –la principal gestora del ciclo integral del agua en el Archipiélago y una compañía clave en el ecosistema empresarial de las Islas– fue recibido este viernes con satisfacción por el Gobierno de Canarias y las patronales. La entrada de capital canario en una compañía esencial, además en uno de los sectores estratégicos para el Archipiélago –dado las dificultades que siempre han existido en la región con la gestión del agua– ha contado en todo momento con el aval del Gobierno regional que, a pesar de que las negociaciones se han llevado a cabo con la más absoluta discreción, ha seguido muy de cerca las conversaciones.
Con la esperanza de que el modo canario de hacer las cosas permitiese lo que finalmente ha ocurrido: que las tres empresas isleñas lograsen hacerse con el 45% de las acciones de Canaragua. Una compañía que, a pesar de que con su nombre puede evocar canariedad, forma parte del entramado de la multinacional francesa Veolia, sin que hasta ahora la perspectiva isleña haya tenido ni voz ni voto en la operadora de aguas que surte a siete de cada diez canarios. De aquí en adelante, si bien la inversión no otorga por completo el bastón de mando de la entidad, la voz de Canarias tendrá que escucharse.
El anuncio del pasado jueves fue el desenlace de una gran operación económica para la región, que comenzó a fraguarse hace dos años y que ha culminado llevando el acento canario al accionariado de una compañía que da servicio a 1,5 millones de habitantes en las ocho islas.
Más presencia
La adquisición de casi la mitad de las acciones de Canaragua por parte de Archipiélago Aguas –la sociedad a través de la que las tres firmas canarias han realizado la inversión– fue aplaudida por el presidente regional, Fernando Clavijo, quien ha estado al tanto en todo momento de la operación. Su apuesta es que se debe seguir por ese camino y aumentar la presencia canaria en aquellos sectores –como el transporte, el agua, la energía o la movilidad– que si bien son estratégicos para cualquier otro territorio, mucho más para una región fragmentada y ultraperiférica como las Islas.
«Animamos a que continúen en esa línea y ponemos en valor la valentía y el compromiso de un empresariado canario que quiere seguir apostando por las Islas, que no quiere sacar su capital fuera, sino generar riqueza y empleo en Canarias y devolverle a las Islas todo lo que les han dado», expuso.
El vicepresidente regional, Manuel Domínguez, también mostró su interés en que esta no sea la última operación de este tipo que se consolide en Canarias en un futuro próximo. «El interés, el riesgo y la apuesta de inversion por parte del tejido empresarial de las islas demuestra su fortaleza y sus ansias por, insisto, ser parte aún más activa del desarrollo de las islas», recalcó.
Misma perspectiva positiva mostró también el consejero de Política Territorial, Cohesión Territorial y Aguas, Manuel Miranda, que resaltó la importancia de la incorporación de grupos empresariales canarios al accionariado de Canaragua, porque «refuerza el arraigo local en una empresa que gestiona un recurso tan estratégico y vital como el agua».
Reto para el Archipiélago
Pero, ¿por qué se debe resaltar que el acento canario sea escuchado en este contexto? Porque el agua se ha convertido en uno de los grandes retos para el Archipiélago, con desafíos que pasan por modernizar las infraestructuras y mejorar la eficiencia en todo el ciclo integral del agua, desde la captación y el almacenamiento hasta la depuración y la reutilización. Y en ese camino, Canaragua está en todos los frentes. «Contar con socios locales sólidos, comprometidos y con visión de futuro puede ser una palanca importante para avanzar», detalló.
La entrada de capital canario en la operadora de aguas de origen francés fue también celebrada por la Confederación Canaria de Empresarios (CCE). Su presidente, Pedro Ortega, señaló que «todo» lo que sea participación de empresas de referencia canaria en sectores «importantes» para el Archipiélago es «una buena noticia». Y añadió que además esta es una forma de «acercar los problemas que tiene la sociedad, los problemas que tiene Canarias», a la interpretación de las empresas.
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